The endless river es el "nuevo" disco de Pink Floyd, concebido como un homenaje del guitarrista David Gilmour y el batería Nick Mason al desaparecido teclista Richard Wright, que murió en 2008.El disco está basado en material originalmente grabado en 1993 y 1994 durante las sesiones de The Division Bell, que tuvieron lugar en los Britannia Row Studios y a bordo del Astoria.Andrew Jackson, ingeniero de sonido del grupo, editó el material, descrito por Nick Mason como música ambiental, y la acortó a una hora de grabación.Siento decir que suena al punto y final de la banda, el epílogo de uno de los grupos más brillantes, imaginativos y versátiles del siglo XX, de la psicodelia de sus comienzos al rock sinfónico de sus discos de los 70, sus contribuciones definitivas a la música ambiental y la electrónica y, en definitiva, su reinvención a lo largo de sus tres primeras décadas, en resumen una de las bandas más acojonantes que ha habido.
The endless river es el "nuevo" disco de Pink Floyd, concebido como un homenaje del guitarrista David Gilmour y el batería Nick Mason al desaparecido teclista Richard Wright, que murió en 2008.El disco está basado en material originalmente grabado en 1993 y 1994 durante las sesiones de The Division Bell, que tuvieron lugar en los Britannia Row Studios y a bordo del Astoria.Andrew Jackson, ingeniero de sonido del grupo, editó el material, descrito por Nick Mason como música ambiental, y la acortó a una hora de grabación.Siento decir que suena al punto y final de la banda, el epílogo de uno de los grupos más brillantes, imaginativos y versátiles del siglo XX, de la psicodelia de sus comienzos al rock sinfónico de sus discos de los 70, sus contribuciones definitivas a la música ambiental y la electrónica y, en definitiva, su reinvención a lo largo de sus tres primeras décadas, en resumen una de las bandas más acojonantes que ha habido.