Como ya os comentaba AQUI, cuando trabajo con niños muy pequeñitos que todavía se encuentran en la etapa oral de su desarrollo, me surgía un problema, que no podía trabajar con productos que no se pudieran llevar a la boca, y mira tú por donde he encontrado la manera de que puedan seguir su desarrollo con normalidad, ya la vez poder hacer actividades tan divertidas como pintar con los dedos.
La pintura de dedos es un ejercicio excelente para trabajar la estimulación sensorial, que toquen diferentes texturas, se pringuen, hace que disfruten y a la vez descubran sensaciones nuevas. Por otro lado trabajamos también motricidad, ya que cuando pintamos tenemos que realizar movimientos con los brazos, que serán muy amplios cuando aún somos bebés y poco a poco se irá haciendo más precisa a medida que crecen.
Bueno y ya sin más dilación, os dejo con la receta y el procedimiento para hacer pintura de dedos casera.
Procedimiento:
La proporcion de los ingredientes es: 2 tazas de harina, 1 de agua fria y 4 1/2 tazas de agua caliente.
En primer lugar vamos a mezclar el agua fría con la harina hasta conseguir una pasta homogénea, es decir, que no queden grumos.
Y luego iremos incorporando el agua caliente poco a poco, para ir diluyendo la mezcla anterior y seguimos batiendo.
Cogemos varios botes y vamos echando en cada bote un poco de mezcla, para luego ir añadiendo los colorantes alimenticios y elaborar los colores que queramos. Lo mezclamos muy bien, hasta conseguir la textura y color deseado.
imagen de Montessorivivo.
Al igual que con la plastilina, si vemos que queda muy líquida le echaremos un poco más de harina y listo.
Los colorantes alimenticios normalmente vienen de tres colores, los primarios: rojo, azul y amarillo. Bueno pues lo que podéis hacer también es trabajar con los peques como se obtienen los colores a partir de los primarios. Recordad:
Rojo y amarillo: Naranja
Rojo y Azul: Morado
Amarillo y Azul: Verde
No me digáis que no es una actividad genial!!!!
Hasta otra!