Entre Pepiteros, arañeros, chocas y algunos Juan chiviro no tuve que esperar mucho tiempo para que aparezca frente a la cámara esta otra joyita de la selva misionera, la que afortunadamente podemos disfrutarla bastante cerca de Posadas.
Durante la última recorrida que hicimos al costado de la vía en la boca del Arroyo Garupá, escuché cantar en dos lugares distintos al Pioró; perdimos unos minutos intentando fotografiar a un desconfiado Bailarín azul que este día no quiso mostrarse y en un determinado punto del camino nos separamos con Willy, el siguió caminando por la vía hacia la ruta 12 y yo volví al lugar en donde había escuchado al Pioró cantar unos momentos antes.
Entre Pepiteros, arañeros, chocas y algunos Juan chiviro no tuve que esperar mucho tiempo para que aparezca frente a la cámara esta otra joyita de la selva misionera, la que afortunadamente podemos disfrutarla bastante cerca de Posadas.
Entre Pepiteros, arañeros, chocas y algunos Juan chiviro no tuve que esperar mucho tiempo para que aparezca frente a la cámara esta otra joyita de la selva misionera, la que afortunadamente podemos disfrutarla bastante cerca de Posadas.