Si Piqué hubiera triunfado el torneo de póquer, el central habría ganado un brazalete de diamantes y oro más 8 millones de euros. Y no estuvo tan lejos. El jugador comenzó el torneo con 30.000 fichas y en el primer día las triplicó. En la segunda jornada no tuvo tanta suerte y se quedó con muy pocas fichas para finalmente terminar perdiendo todas las fichas el tercer día.
Finalmente, Gerard Piqué no ganó los ocho millones de euros más el brazalete y terminó perdiendo 7.700 euros.