Piquete empresarial, el desenmarcado lakoffiano para ganar una huelga general

Publicado el 12 abril 2012 por Trinitro @trinitro


Estar en la primera línea de la comunicación en red y del activismo es en ocasiones un lujo. Si además se hace desde el gabinete de comunicación de una organización social y no desde una consultora de comunicación o una administración, puede ser incluso más divertido.

Todo lo que los gurús del 2.0 no paran(¿mos?) de predicar y teorizar, es el lugar donde se puede aplicar. Sobretodo en momentos de crisis comunicativas y de confrontación de mensajes y cuando no cuentas con recursos y has de tirar de imaginación.

No quiero entrar a hacer comparaciones, pero en ocasiones la disponibilidad de recursos es más una maldición que una bendición ya que tiras de “fuerza bruta” en lugar de ingenio, y la comunicación en internet premia más la capacidad de innovar, el ingenio y el talento que la mera fuerza bruta o la contratación de publicidad. Todavía (y no creo que eso cambie demasiado) influye mucho la fuerza que los medios de comunicación den a una noticia para que también se retroalimente en la red y ahí sí que la “fuerza bruta” se nota, pero más allá.. importan más utilizar bien el talento y con cierta visión estratégica que la cantidad de fuerza económica con la que cuentes. De hecho, la credibilidad es un bien que cuesta mucho de ganar y no se puede comprar.

Como todos ya debéis saber, yo trabajo en el gabinete de comunicación de la UGT en cosas de esas de internet, redes o lo que se llamaba antes el webmaster y ahora el Community Manager y no dejo de ser ni una cosa ni la otra. Como todos también recordáis, el 29 de marzo hubo una huelga general. Una vez entendéis de que quiero hablar puedo proseguir.

En la huelga general del 29 de septiembre del 2010, a parte de una campaña antisindical que nos cogió sin casi capacidad de respuesta (esta vez no ha sido tan así), los medios contrarios a la huelga (prácticamente todos) contruyeron un marco conceptual alrededor del concepto de piquete coactivo. Semanas y meses antes ya se comenzó a mover el tema.

Ya no pudimos explicar que los piquetes sindicales, son en una inmensa mayoría pacíficos, y que buscan solo dos objetivos (que además son legítimos, legales y reconocidos en todas las legislaciones de huelga de todo occidente): garantizar el derecho a huelga cuando el empresario intenta coaccionarlo y actuar como presión social (pacífica, pero presión) para que el que intenta hacer de free-rider no aproveche el trabajo de los huelguistas en su favor sin pagar ninguno de los costes del huelguista.

El mensaje era si había que eliminar los piquetes, que estos eran del siglo XIX¹ y que era intolerable que hubiera hordas de piquetes pululando por las calles clamando por hacer huelga.

En este caso un golpe de genialidad del equipo al que pertenezco (que lo forman Miguel Angel, Carlos, Lorena, Laura, Juan y Magda), un producto colectivo de un puñado de mentes pensantes que vivimos la comunicación en primera línea de frente y sabemos lo que es una crisis comunicativa día sí y día también, se nos ocurrió de forma colectiva (de esa manera rara que nadie sabe muy bien de quien es la idea original ya que esta ha sido troceada, adaptada, digerida y regurgitada varias veces hasta moldearla a algo útil) crear el piquete empresarial. En una sinergia entre la dirección del sindicato, el equipo de comunicación y los activistas de la UGT de Catalunya que inspiraron, adaptaron e hicieron suya la idea.

Con esto conseguimos algo muy importante y que explica uno de los puntos del porqué esta huelga general se ganó (al menos en el sentido de conseguir el apoyo mayoritario de la sociedad y no la fría respuesta del 2010, y que los mensajes negativos quedaran algo más aislados). Conseguimos un desenmarcado lakofiano.

Si esto de la comunicación te interesa habrás leído, oído y sobretodo citado de forma abusiva a George Lakoff. Basicamente y de forma extremadamente burda su teoría de marcos viene a profundizar ideas que ya iniciaba gente como Bourdieu, Chomsky o incluso Eco, que es la premisa de la Blitzreight ideológica: el primero en golpear de forma efectiva y consigue establecer el marco conceptual gana el combate de las ideas.

Pondré un ejemplo neutral. Imaginémonos que hay un conflicto de uso de un terreno comunal, los cazadores pretenden que este se quede como está pero que les permitan la caza sostenible de corzos, los turistas y los ecologistas quieren que no se toque nada para poder disfrutar sin problemas del paisaje y la naturaleza, los taladores quieren hacer una explotación de los bosques de ese terreno y el servicio público forestal quiere hacer quemas puntuales de rastrojos y eliminar los corzos más débiles para evitar los riesgos a incendios y plagas.

Si los cazadores logran establecer un marco conceptual sobre el uso del terreno comunal como “somos los que vamos a hacer un uso equilibrado de la naturaleza, los cazadores conseguimos sustituir los depredadores naturales que ya han desaparecido lamentablemente y por ello la población de corzos se mantendrá sana gracias a nuestra actividad cinegética”, tendrán mucho más ganado que si un grupo ecologista establece un marco conceptual sobre el uso del terreno comunal del estilo “taladores y cazadores pretenden esquilmar un bosque milenario, ya han logrado eliminar el oso y el lobo y pretenden seguir destruyendo un entorno natural por puro beneficio económico de hoy y pobreza para mañana”. Si alguien logra golpear conceptualmente bien y el primero el segundo tendrá más problemas de hacer entrar su mensaje después. Es más incluso puede que tenga que luchar dialécticamente con el lenguaje que haya creado el primero. La discusión en lugar de ir sobre la necesidad de controlar la población de corzos precisamente para evitar períodos de plagas y decadencia que pueden extinguirlo, puede ir sobre si en el pasado los abuelos de los actuales cazadores acabaron con el oso pardo y lo malos que son.

¿Qué logramos con el piquete empresarial? Un par de cosas, establecer nosotros el marco de debate en el terreno que más nos interesaba. Los piquetes de trabajadores en una huelga nacen como una respuesta a dos acciones: la introducción de esquiroles por parte del empresario para sustituir los trabajadores huelguistas (actividad que hoy en día es ilegal pero que se sigue practicando como por ejemplo intentó hacer el 29M un periódico de principal tirada en Barcelona y de tendencias conservadoras ¿más datos?), y como estrategia para que el empresario no pudiera sancionar a los trabajadores huelguistas mediante una muestra evidente de fuerza colectiva, tanto de los trabajadores huelguistas como de otros trabajadores del sector que muestran su solidaridad con los huelguistas de determinada empresa.

Al hablar del piquete empresarial conseguimos que el debate hablara primero de esta realidad que existe: que hay empresarios que coaccionan a sus trabajadores para que no hagan huelga. Incluso teniendo en cuenta un piquete de trabajadores violento puede causar daños, pero el miedo y el daño se ciñe a un solo día, el piquete empresarial comienza ya en el mismo momento de la convocatoria de huelga. Es insidioso y los daños que sufre el trabajador son mayores. En el peor caso, un trabajador que no desee hacer huelga pero que por verguenza o miedo decida no ir a trabajar pierde un día de sueldo, en cambio un trabajador que es despedido por su empresario por hacer huelga o coaccionado de otra manera pierde mucho más, y el daño tanto real (económico) como percibido se arrastra durante más tiempo.

Con esto no justifico la acción de los piquetes violentos, que como he dicho, son una gran minoría. Igual que no dudo que el piquete empresarial son una minoría (algo más mayoritaria que el piquete violento), y que la mayor parte de empresarios son personas honestas y que quieren tener buenas relaciones con sus trabajadores. Pero no puedo dejar de mostrar la evidencia de desigualdad entre un piquete y otro.

Dejando a un lado el debate sobre los piquetes (de los cuales abriré otro hilo más adelante, así que por favor, comentaristas, os prometo que de este tema ya hablaré en mi blog y estaré dispuesto a tener un debate más en profundidad), lo que conseguimos es que el debate se comenzara a hacer alrededor de la existencia del piquete empresarial. Y lo conseguimos en base a las siguientes acciones:

- El hecho de que lo comenzamos a denunciar de buen principio conectó con algo que todo el mundo sabe y conoce que es cierto. No puedes generar un marco conceptual sin visos de veracidad (no necesariamente tiene que ser algo cierto, basta con que parezca fundamentado), y en este caso lo fundamentamos en algo muy reciente. Todo el mundo conocía alguien que o en la huelga del 2010 o en esta había tenido miedo a hacer huelga o incluso le habían sancionado por hacerla. Todo el mundo conocía una historia personal próxima de una empresa que había comenzado a recortar plantilla por los que hicieron huelga el 29S del 2010, o conocían quien callaba demasiado en su empresa por miedo al despido. El piquete empresarial no nos lo inventamos, ya existía, lo que conseguimos es poder tocar la fibra a un montón de trabajadores e incluso empresarios y autónomos que sabían que eso se producía.

- La posibilidad de denuncia anónima fue un acierto. Sabíamos que los trabajadores tenían miedo, mucho miedo, sobretodo al principio de la convocatoria. Si hubiéramos puesto un servicio de denuncia telefónica que obligara a identificarse a la persona (o a enmascarar el número telefónico) o incluso obligar a enviar un mail, en lugar de rellenar un formulario, eso haría tirarse muy atrás a más de uno. Enviar algo por lo que podrían llegar a identificarme a una organización que no confío excesivamente es algo que no harían. En cambio una denuncia anónima es algo que ayudó a los trabajadores a atreverse a denunciar. Hay que decir que esta es la misma práctica que utiliza Inspección de Trabajo para admitir denuncias de abusos laborales, luego ellos miran la verosimilitud de estas y deciden investigar o no. El hecho es que los datos nos dan la razón, más de 800 empresas denunciadas, la mayoría de Catalunya.

- El publicitar la lista y el denunciarla a Inspección de Trabajo. El hecho de que un sindicato se mojara con unas denuncias anónimas y pusiera el listado de la vergüenza sobre las empresas que estaban realizando estas prácticas era algo insólito. En la huelga del 2010 estábamos intentando justificar prácticamente nuestra existencia y si teníamos derecho o no a convocar una huelga o enviar un tipo con panfletos a una empresa para informar de ella, en este caso pasamos a la ofensiva. Es decir pasamos la pelota caliente de defenderse al lado empresarial. Eso provocó más de un enfado y de dos, llamadas de todo tipo, críticas de algunos opinadores, pero sobretodo provocó dos cosas en los empresarios:

a) En algunos casos los empresarios señalados y los no señalados incluso, dieron pasos atrás (mails a sus empleados informándoles que no habría sanciones, comentarios en voz alta indicando que no habría ninguna sanción, etc..).

b) Un miedo en los empresarios para no aparecer en el listado y sobretodo una dedicación más a controlar los gestos que hacían esos días que en denunciar la actividad de los huelguistas y perseguirla. CEPYME por ejemplo, envió un mail a sus asociados indicándoles que existía este listado y que hicieran lo que creyeran para que les borraran de él. Es decir sintieron que este listado era una amenaza para su empresa.

Y es evidente que saber que tu nombre ha ido a parar a Inspección de Trabajo, es un aliciente para no hacer tonterías el día después de la huelga con los trabajadores huelguistas. Cualquier sanción o persecución que se haga es fácil asociarla con acciones antisindicales o antihuelguistas que son ilegales ya que hay pruebas circunstanciales que permitirían asociar una sanción con la denuncia previa en Inspección.

Es decir, a los que más interesados estaban en enmarcar el mensaje alrededor de los piquetes coactivos no les quedó más remedio de jugar en nuestro terreno, defenderse y paliar los efectos en su imagen debido a nuestra acción social y comunicativa.

En este aspecto quiero decir que el listado de la verguenza que hemos gestionado tenía más credibilidad (y de hecho es el que más denuncias ha recogido) por el mero hecho de que aunque “gente” ha publicado otras formas para poder enviar denuncias, los únicos con capacidad para que estas llegaran a algún lado somos los sindicatos. Lo quieran o no, un movimiento “espontáneo” sin estructura, no puede conseguir que ese listado tenga la contundencia (y provoque el miedo por parte del empresario que pueda estar haciendo esa práctica antihuelguista) que ha tenido el nuestro.

- Socializamos el miedo y por tanto lo debilitamos. Si algo tiene un piquete es que ayuda a socializar el miedo a la sanción, la campaña de denuncia del piquete empresarial, la multiplicación de mails, la redifusión brutal que tuvo en la red (estamos hablando de decenas de miles de twitts, retwitts y centenares de posts, citas y comentarios), provocó que mucha gente descubriera que ese miedo que sentía era compartido y que entre todos no era tan grande. Conozco casos de personas con nombres y apellidos que les dio valor para hacer huelga simplemente porqué habían visto el nombre de su empresa publicado en el listado o de una empresa del sector o una antigua empresa donde le habían sancionado por acciones sindicales o huelguistas con anterioridad.

- Construyó alianzas con grupos sociales que eran hostiles o desconfiaban en los sindicatos. La campaña nos la copió hasta el tato, varias asambleas hicieron sus propios listados, varias secciones de UGT, de CCOO o de otros sindicatos decidieron hacer su propia lista de la verguenza y abrieron líneas para que las denuncias llovieran. Era curioso como la mayor parte de listas, los 50 primeros nombres de empresas y los motivos de la denuncia coincidían con la nuestra que había salido originalmente. Es decir, el movimiento alternativo y de base nos copió la idea, los primeros una semana aproximadamente de lanzarlo nosotros, incluso los nuestros, el público interno, nos plagió sin tapujos ni complejos. El objetivo se había conseguido, el piquete empresarial era ya una campaña de muchos y no de una única organización. Se había conseguido enmarcar entre el público objetivo propio, pero también entre activistas que podrían ser hostiles o posibles aliados, el mensaje.

- Y al final los medios lo compraron. A pesar de que los medios de comunicación hicieron un cierto bloqueo informativo (ah.. los tiempos en que los mass-media ayudaban a convocar los saraos contra la guerra de Irak o al 15M.. cuanto hace que no le hacen un favorcillo de este tipo a los sindicatos), al final tuvieron que comprar. Que se denuncien 800 empresas, que el listado se lleve a Inspección de Trabajo, que el tema se hablara por la red, que hubiera como mínimo 10 listados más por la cibergeografía española, hizo que saltara a los medios. Primero en las ocasiones que entrevistaban a alguien de la UGT de Catalunya o del resto de la organización, luego a cualquier sindicalista y por último el tema fue noticia. Una vez en la prensa, esta no podía hablar (dejando la prensa que nunca iba a dejar de ser hiperhostil a los sindicatos) de los piquetes coactivos violentos sin citar el piquete empresarial. Incluso cuando se vieron los actos lamentables en Barcelona, la prensa, e incluso el conseller Puig quiso separar estos actos de los piquetes de los sindicatos convocantes de la huelga o la mayor parte de piquetes ciudadanos.

El resultado es claro, no solo porqué la huelga del 2012 salió mejor en el seguimiento puro y duro que la del 2010, sino que socialmente esta ha tenido mejor acogida, algunos medios, como El Periodico, al dia siguiente y posteriormente hizo un pequeño giro hacia las tesis sindicales como no se había dado en años. Incluso opinadores de la red que estoy acostumbrado a leer se han visto influidos por esta campaña de desenmarcado y sus críticas (legítimas, constructivas y en muchos casos razonadas) a la huelga o a la acción de los sindicatos ha sido mucho más seria, comedida, ecuánime o que contempla también el problema y lo reconocen, del piquete empresarial.

No quiero decir que esto del piquete empresarial fuera lo que explica por si sólo el mejor resultado de la huelga, solo explicaría una parte de este (seguramente pequeña) pero sobretodo explica una parte de la victoria en el marco del combate de las ideas de las tesis de los sindicatos versus las tesis empresariales, de la patronal o del gobierno. En la red la panadera fue evidente, y el giro muy favorable de la prensa centro-izquierdista que hasta entonces era bastante mojigata o la suma a la lucha contra la reforma laboral de colectivos y personas no muy relacionadas (o incluso desencantadas totalmente) con los sindicatos, son claros ejemplos de que la campaña consiguió algo importante: el desenmarcado lakofiano.

Os vuelvo a recordar la situación de enmarcado previo. La imagen de “sindicatos malos”, el zeitgeist antisindical que tanto he escrito en mi blog, estaba en pleno apogeo, la idea de que solo con violencia se pararía el país lo tenían preparado de partida.. ya estaba construido desde el 2010, solo era cuestión de recordar, el “rival” estaba en una trinchera comunicativa, a la defensiva y no se esperaba una reacción. Y, pam!, piquete empresarial, desenmarcado conceptual y se pasa a hablar de las prácticas empresariales antihuelguistas en lugar de los malvados piquetes que matan gatitos.

No sé si esto se ha conseguido muchas veces, tanto en la red como en la comunicación ordinaria a través de los mass-media (y si se ha hecho por esta vía ha costado mucho dinero). Pero lo que sí estoy orgulloso es de haber participado de este desenmarcado y muy orgulloso de mis compañeros de trabajo, de la dirección de mi sindicato que ha impulsado la idea, que nos ha dado el paragüas para hacer lo que mejor creíamos para conseguir impulsarlo y de la cantidad, cientos, de activistas que se han sumado tanto desde la UGT de Catalunya como desde muchos otros lados para poder crear la suficiente masa crítica para impulsar el piquete empresarial y evidentemente del resto de compañeros de la UGT que también se movían en otros territorios y estructuras en el ámbito comunicativo e incluso algunos compañeros de CCOO que también vieron que la idea era buena y supieron colaborar.

En un mundo, la comunicación en red, lleno de bastante humo y conceptos teóricos poco aplicados, mucho gurú que al final no sabes muy bien que campañas ha liderado o ha sabido impulsar, esto tiene bastante solidez.

Aún recuerdo como no hacía demasiado poco nos habían comparado con dinosaurios. Pues esta vez el alosaurio se ha zampado al modernísimo elefante de Lakoff.

Nota a pie

1 En general a los sindicatos nos descuentan un siglo, los piquetes no existen realmente hasta el siglo XX y las legislaciones que los regulan y los legalizan son de la segunda mitad de ese siglo en adelante, la mayoría son legislaciones más “jóvenes” que las que garantizan el derecho a libre expresión, a prensa libre, libre circulación, derecho a voto, derecho a asociación. Si se considera que los sindicatos, los derechos sindicales y las leyes de huelga son “viejunas” y con ese único argumento se pretenden eliminar, podríamos recordar que más viejunas son las legislaciones que sustentan derechos muy básicos que hoy no están en cuestión.

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