Pirámides de Giza, Egipto

Por Javier Cabral
Punto alto de un viaje a Egipto

En muchos países las piedras están todas tiradas por el suelo y hay que imaginarse cómo eran las edificaciones. En Egipto los templos están prácticamente completos, por ello es lo máximo en construcciones y cultura antigua.

Por lo general no alcanza el tiempo para ver todo.En Egipto hay centenares de pirámides de distintos modelos y tamaños, pero las más famosas son las de Keops, la de Kefrén y Miscerinos que están con la esfinge en el barrio de Giza.

La de Keops es la más alta, pero la de Kefrén está sobre un cerrito de arena y mirándola desde lejos parece que es más alta que las otras. En la de Keops es posible entrar en las galerías hasta cierto punto, pero se paga aparte.Algo para detenerse un buen tiempo, es la esfinge, tiene un aire de misterio que la hace tan famosa.Hay un mirador, a cierta distancia, que permite verlas en conjunto y es el lugar apropiado para las fotografías.De las pirámides se ha escrito tanto, que lo mejor es admirarlas en silencio, tomando en cuenta los años que han pasado y toda la sabiduría de los que las construyeron.


Luego de la meditación puede dedicarse a las cuestiones mundanas tradicionales: sacarse, para su perfil, una foto subido a un camello, comprar telas y artesanías de los vendedores que abundan y si aún le queda algún dinero, en la zona comercial cercana es posible comprar esencias de buena calidad. La esencia "Secreto del desierto", según dicen, era la que usaba Cleopatra para los momentos especiales... en el desierto o donde sea.
Un hotel casi frente a las pirámides es el Meridien Piramids y si el calor aprieta, una cerveza Stella 115 viene bien, no es barata en Egipto pero vale la pena.