En una paradisiaca y remota zona de Brasil, una banda de criminales roban unas valiosas esmeraldas. Para evitar ser descubiertos, arrojan las gemas a un lago cercano para ir a recuperarlas más adelante. Lo que desconocen es que las aguas de ese lago esconden un temible secreto: es el hogar de un grupo de voraces pirañas.
A pesar de ser una monster movie no esperéis ver mucha sangre ya que, excepto en contados momentos, el cineasta apenas se recrea en los momentos en que las pirañas atacan. También hay que destacar los efectos especiales, se nota que son artesanales (a veces las maquetas cantas un montón) pero funcionan muy bien.
A destacar la parte final, en la que una tormenta tropical viene a complicar más la situación provocando que los protagonistas queden atrapados en un barco rodeados de las pirañas. Una pena que no haya más momentos como esos.