¿Y si existiera una casa tan grande que contuviera todo un océano y un cielo? ¿Y si esa casa esta compuesta por una interminable sucesión de salas y pasillos adornados con estatuas de mármol separadas por tantas escaleras y vestíbulos que sería imposible verla al completo? Entre estos condicionales se encuentra Piranesi, la vuelta a las librerías de Susanna Clarke tras la exitosa Jonathan Strange y El señor Norrell en 2004 y la serie de historias cortas Las damas de Grace Adeuen 2006. Piranesi no es más que el cuaderno de registro de un ser que habita la casa, un diario donde pone por escrito las ubicaciones de los puntos de interés que tiene la casa, así como un estudio de las mareas, los habitantes de la casa y los fenómenos meteorológicos.
Los diarios de Piranesi
Piranesi esta contando en una primera persona abierta, inocente y franca, como una especie de monólogo interno inteligentemente trazado que debemos escuchar y leer con cierta precaución. El inicio, con su curiosa terminología que puede sentirse algo excesivo, pronto adapta al lector y lo llevo de un misterio a otro a través de la prosa económica de Susanna Clarke. Donde Jonathan Strange y el Señor Norrell era opulento, recargado, largo, irónico y se va por las ramas cada dos por tres, Piranesiparece el lado contrario de la moneda. Los diarios de Piranesi son cortos, el trazado de la trama esta economizado al máximo y la voz narrativa destila honestidad por cada costado. El efecto hace que con Piranesi nos sumerjamos en su desconcertante aura laberíntica, nos perdamos en cada hueco de la casa y tratemos de unir el rompecabezas mucho antes que nuestro protagonista. Las revelaciones son constantes, las repuestas resultan satisfactorias y cuando todo encaja, uno solo quiere saber mucho más.
La magia de Clarke
Si algo comparte en común Jonathan Strange y el Señor Norrell con Piranesi es la magia. Con Clarke olvidaos de intrincados sistemas de magia, respuestas complejas o grandilocuentes explicaciones científicas. La magia es magia, y nada más. La magia tiene que existir porque la razón pura llevada más allá de cierto punto, es absurda. La magia es y la mayor parte del tiempo no esta ahí para usarla, si no solo para observarla. Para nuestro disfrute. Al final, al igual que Jonathan Strange y el Señor Norrell, Clarke representa diferentes acercamientos a la magia y a la ciencia, hablando de la imposición lógica y científica que le damos al mundo frente a los mecanismos mágicos que pueden existir y a los que solo unos pocos privilegiados, cuyas mentes no están cerradas del todo, pueden acceder.
¿Es un libro de fantasía?
Existe en la lectura de Piranesi un segundo o tercer nivel de lectura que nos llevan a pensar que quizá no se una novela de fantasía del todo. Quizá esto sea algo más bien personal y digno de debate, pero veo en Piranesi bastante más allá de una meditación sobre la identidad y un estudio sobre la soledad. En cierta manera, la novela de Clarke puede tratarse como una historia ecológica, una búsqueda de la reconexión con nosotros mismos y la tierra. De vivir con lo necesario, extraído con nuestros medios y respetando cada lugar. Sin embargo, pensando en el homenaje de su titulo a la figura del artista Giovanni Battista Piranesi, afamado en el siglo XVIII por sus grabados de cárceles imaginarias, uno no deja de ver Piranesi como un tratado muy particular sobre la resiliencia y supervivencia a un trauma. Es verdad que Clarke elimina el horror con esa capa de fantasía, pero cuanto más lo pienso (y quizá una relectura me de la razón), no dejo de ver mucho más allá de lo que en primer lugar nos ofrece.