Una de las cosas más patéticas que nos pueden pasar como seres humanos es imitarnos a nosotros mismos, llegar a esa situación indica que no sirves para otra cosa más que demostrar que el resto de lo que haces no tiene valor.
En la televisión pasa eso muy a menudo los que arman polémicas se les invita para que creen polémicas, los chistosos para que hagan reir, a los que sólo hablan con garabatos se les invita para que garabateen, y así muchos. Es como la historia de “Yo no fui” de Bart Simpson, que cuando no quiso decir más la hilarante frase, perdió su fama.
Cuando uno no hace lo que esperan, los detestables “críticos” te crucifican.
A Roman Polanski algo así le pasó cuando presentó su historia de piratas.
Ambientada en la época de las hostilidades de España e Inglaterra, el personaje principal es el capitán Red, como diría Joaquín Sabina es un “pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo con cara de malo.
Para ser pirata hay que tener una fuerte dosis de avaricia, y en eso muchos no podemos mirar hacia los lados, porque en nuestros países la nueva piratería del cine, la música y los libros… provoca millonarias ganancias para los piratas por supuesto.
Lamentablemente para las distribuidoras cuando las películas llegan al cine, ya las tenemos en nuestras colecciones personales, así me pasó el día que fui a ver La Ciencia del sueño, dieron el trailer de Paris Je T’aime y de El Perfume… y ambas ya las había visto (ups!)… pero sin defender a los piratas, es inconcebible que las películas lleguen con tanto atraso a nuestros países… distinto sería si las películas llegaran en su fecha mundial (cuando la tienen).
A veces uno se encariña por películas por recuerdos externos, las historias de piratas fueron parte de mi infancia, las quise mucho: las reales y las ficticias… en un país como Chile de un ancho mar, las historias de corsarios se reparten longitudinalmente, llenando de míticos tesoros muchas caletas y bahías, Hay personas que aún buscan los tesoros escondidos en la Isla Juan Fernández, o en la bahía de Coquimbo. Es que al final pese al robo, que por cierto era a embarcaciones que muchas veces también habían robado a los países colonizados, fue otra polinización cultural para los nuevos mundos.
La nueva piratería, la de los libros películas y música, es reprobable… pero es una de las formas más simples de acceder a la cultura, el día en que la televisión y los diarios dejaron de ser medios de enseñanza, la piratería ganó terreno… y por cada anulación cultural más piratería se forma. En Chile los libros tienen precios que llegan algunas veces al veinte por ciento del sueldo mínimo. El recital de Coldplay costó un tercio del sueldo mínimo… esos son lujos que cada vez van segregando a las personas… y atacar a la piratería con cárcel para las mafias que se enriquecen haciendo copias ilegales, es tan inútil como matar zorzales con cañones. La solución es acercar de verdad el cine, la música, la poesía, la pintura, la escultura, la fotografía, el teatro y todas las manifestaciones de arte a la gente a un precio razonable…
Muchos saludos a todos.
Gracias a Lian por prestarme esta película.
Mientras escribía esta entrada no pude sacar de la cabeza la canción de Serrat… así que la agregué en los Bonus Tracks
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB.
2.- Comentarios en Filmaffinity.
3.- Escenas de la película (Trailer).