La piratería siempre ha sido algo que me ha molestado bastante; no soy de comprar nada en el TOP manta, ni de piratear el Canal Plus y cosas de este tipo, no obstante entiendo los casos puntuales en los que actúa así el ciudadano de a pie, por ahorrarse unos pocos euros, e incluso por presumir de un bolso de marca desembolsando el equivalente a una bolsa de Mercadona, pero lo que no puedo entender es que el propio Gobierno, o el Estado, o quien sea que lo decida, piratee sistemáticamente programas informáticos para uso propio. ¿Es ese el ejemplo que quieren dar? Cuando cualquiera de nosotros visualiza un DVD nos machacan con anuncios amenazantes en los que nos advierten que estamos vigilados y que si vemos un DVD pirata estamos cometiendo un delito sangrante, y luego va esta misma gente, porque al fin y al cabo estamos hablando de los mismos, y piratea, no una licencia, sino cientos, sin ningún pudor, sin ningún respeto al trabajo y derechos ajenos. Es algo totalmente incongruente.
En este caso ha sido la Junta de Andalucía la que ha pirateado programas de Microsoft y ha sido condenada por ello. No obstante ha quedado un mensaje subliminal en todo esto, un mensaje, bajo mi punto de vista muy inapropiado: Piratear compensa.
Y es que resulta cuanto menos curioso que se diga por parte del ejecutivo regional que la indemnización de 12 millones de euros es correcta, para a continuación añadir que en función de la modalidad de contrato en caso de haber adquirido legalmente los programas hubiera tenido que pagar 30 millones de euros.
Bajo mi punto de vista me parece de una desfachatez vergonzosa:
1.- No pueden decir que la cantidad de indemnización es correcta siendo muy inferior al valor de mercado, y eso sin tener en cuenta intereses de demora o sanciones de ningún tipo.
2.- Con esto dejan claro, no que van a pagar 12 millones, sino que con su actitud incivica ¡¡ se han ahorrado 18 millones de euros !!
Uno se pregunta… ¿para qué comprar los programas si en caso de condena voy a tener que pagar menos que si los compro y encima puede que nunca me pillen?
¿Es esta la imagen que un Gobierno o una Administración deben dejar traslucir?
¿Acaso no es lo mismo que el fraude fiscal?
No voy a decir que estoy indignado porque es una palabra que está perdiendo consistencia últimamente de tanto utilizarla, pero sí diré que me parece una actitud vergonzosa por parte de aquellos que se supone que nos gobiernan.
Ramón Cerdá