No todo lo rico y apetecible tiene que estar prohibido o engordar.Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada ha desmontado científicamente la vieja creencia de que comer chocolate se asocia con la ganancia de peso. En realidad la inmensa mayoría de los chocolates que se comercializan nos engordan (o hacen daño) pero por la cantidad de porquería que llevan adicionada, la calidad de sus grasas adicionales y azúcares, y no por la propia naturaleza del cacao.Un consumo ocasional de chocolate se asocia a niveles más bajos de grasa total (esto es, la acumulada en todo el cuerpo) y central (abdominal), independientemente de si el sujeto practica o no actividad física y de la dieta que siga. Esto no implica que ahora nos podamos hinchar de chocolates y echarle la culpa de nuestros kilos de más a otros alimentos, no. Lo que sí implica es que hay que consumir con cabeza y no con el estómago, el chocolate cuanto más puro mejor y cuanto menos acompañantes lleve mejor. Quiero decir que, es preferible, si nos queremos dar el caprichito y quitarnos el gusanillo tomar chocolates cuanto más amargos mejor. Si te fijas en las tabletas de chocolate viene indicado el porcentaje de cacao que éste tiene 50%, 65%, 75%, incluso 90%. Lo único que hay que llevarse claro de eso es que cuanto más contenido en cacao, menos contenido en porquerías añadidas, eso sí, más amargo será el chocolate. Por otro lado están los bombones y derivados del chocolate.. ni que decir tiene que todo lo que se aleje de la típica tabletita o pastilla de chocolate puro, también se aleja de este estudio del que hablo. Quiero decir que los bombones siempre tienen un relleno, relleno que probablemente aporte tres veces más calorías que la cubierta externa de chocolate que lo encierra.La buena noticia que yo extraigo de todo ello es que si quieres cuidarte pero de vez en cuando no puedes evitar caer en la tentación del “dulce”. Te decantes por el chocolate, y recuerda que cuanto más amargo mejor para tu cuerpo. La propuesta para hacer la idea comestible viene en forma de piruleta, enriquecida con frutos secos. Cuando se sustituyen productos ricos en ácidos grasos saturados, por frutos secos que son ricos en ácidos grasos insaturados, la dieta mantiene idéntica energía pero se favorece la reducción del colesterol plasmático y, en consecuencia, la protección frente a enfermedades cardiovasculares. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo de 2 o 3 raciones de 40g a la semana. Cuando se aumenta el consumo de frutos secos, disminuye la ganancia de peso con el paso de los años. El incremento en el consumo de éstos reduce la ingesta de otros alimentos “insanos”, muy procesados y más calóricos, además de que el contenido en fibra en los frutos secos incrementará la sensación de saciedad.
PIRULETAS DE CHOCOLATE EN 15 MINUTOSRACIONES: para 10 personasTIEMPO: 15 minutos + enfriado DIFICULTAD: fácilCOSTE: bajoINGREDIENTES
250 gr de chocolate negro (cuanto más puro mejor)80 gr de almendra tostada picada50 gr de piñones50 gr de nueces de pecanELABORACIÓN1. Pon a fundir el chocolate al baño maría o al microondas, el tiempo justo para que se funda pero no se caliente en exceso. Por otro lado machaca ligeramente los frutos secos.2. Sobre una bandeja forrada con papel de horno, haz montoncitos de frutos secos y aplástalos. Coloca encima de cada una de estas bases de frutos secos un palillo de brocheta (con la parte puntiaguda hacia fuera).3. Introduce el chocolate en una cartucho de papel o una manga con boquilla muy, muy, muy fina y traza varias lineas circulares sobre los frutos secos cubriendo también el palillo. 4. Ahora sólo queda dejarlo enfriar para que el chocolate cristalice, poder despegar las piruletas del papel y disfrutar de este bocado frágil y dulce.
SUGERENCIAS Y CONSEJOSRecuerda no poner mucho chocolate encima de los frutos secos. El suficiente para que éstos queden firmes y no se desmoronen.Recuerda también que el chocolate tiene “memoria” y se aconseja, en estos casos, y una vez derretido dejarlo enfriar a temperatura ambiente, porque si lo metemos en la nevera aunque enfríe antes luego al sacarlo perderá ese frío y empezará a exudar agua y aflojarse (a eso se le llama memoria, el chocolate se ha enfriado en ese caso a unos 4º dentro de la nevera, una temperatura inferior a la ambiente, al entrar en contacto con la temperatura ambiente empezará a perder frío y querrá tomar su estado inicial antes de enfriarse, entonces exuda y se vuelve más blando).Por eso lo ideal es dejarlo cristalizar encima de la mesa, a no ser que estemos en verano y no nos quede más remedio que meterlo en la nevera.