Cuando salimos a los centros comerciales, siempre entramos a la zona de juegos, a mi hija le gusta mucho y hay algo que a ella le llama mucho la atención y es la piscina de pelotas, ella se acerca se queda viendo a los niños jugar y quiere ingresar, pero por la edad (15 meses) o por la estatura nunca la han dejado acceder, siempre indican que debe medir 90 cm como mínimo y ella solo mide 80cm. A mi me da dolor verla así, con cara de frustración, con ganas de llorar, etc. Pero siempre intento que no vea esa sección de juego para que no se ponga triste, aunque muchas veces es inevitable. Para mi aunque la dejen entrar, no dejaría que lo hiciera porque por lo general los niños son mas grandes y la pueden golpear o algo, confieso que me da miedo, siempre le he dicho a mi esposo cuando ella pueda la llevare en días de semana en horas que no halla tantos niños hasta que ella este mas grandecita. El jueves 12 de Abril, al salir hacer una diligencia por un punto de la ciudad que nosotros muy poco transitamos, al terminar me dirigí a el centro comercial que esta cerca a dar una vuelta con la peque, y lo que se me ocurrió fue dirigirme a la zona de juegos y para sorpresa lo primero que vemos es una piscina llena de pelotas, la reacción de mi hija que la llevaba cargada fue estirar las manos para señalar y decir tae tae tae uumm umm (ja ja ja) y por supuesto que la bajara…. Mmmm no sé que me dio ver esto, me sentí triste y me dirigí a la taquilla a preguntar si ella podía ingresar (con la esperanza de escuchar un SI) y me dijeron Claro esa es para niños que midan menos de 1.30 cm y yo eeeeeee no lo podía creer, que emoción, de verdad que me emocione mucho al saber que ella podía jugar, de inmediato compre el tiquete y a esto le sumamos que solo habían 2 niños, así que ella ingresó y lo que reflejaba era mucha alegría, eran risas, gritos y mucha impresión, claro no era para menos, por primera vez lograba ingresaba a una piscina llena de pelotas de todos los colores, al terminar el tiempo indicado, no quería salir y quería hacer todo lo que los otros 2 niños hacían, y lo mas gracioso era que quería traer las pelotas con ellas (ja ja ja) por casualidad ese día el juguete que lleve fue una pelota igual a las de la piscina, así que quedo tranquila y feliz.
Cuando salimos a los centros comerciales, siempre entramos a la zona de juegos, a mi hija le gusta mucho y hay algo que a ella le llama mucho la atención y es la piscina de pelotas, ella se acerca se queda viendo a los niños jugar y quiere ingresar, pero por la edad (15 meses) o por la estatura nunca la han dejado acceder, siempre indican que debe medir 90 cm como mínimo y ella solo mide 80cm. A mi me da dolor verla así, con cara de frustración, con ganas de llorar, etc. Pero siempre intento que no vea esa sección de juego para que no se ponga triste, aunque muchas veces es inevitable. Para mi aunque la dejen entrar, no dejaría que lo hiciera porque por lo general los niños son mas grandes y la pueden golpear o algo, confieso que me da miedo, siempre le he dicho a mi esposo cuando ella pueda la llevare en días de semana en horas que no halla tantos niños hasta que ella este mas grandecita. El jueves 12 de Abril, al salir hacer una diligencia por un punto de la ciudad que nosotros muy poco transitamos, al terminar me dirigí a el centro comercial que esta cerca a dar una vuelta con la peque, y lo que se me ocurrió fue dirigirme a la zona de juegos y para sorpresa lo primero que vemos es una piscina llena de pelotas, la reacción de mi hija que la llevaba cargada fue estirar las manos para señalar y decir tae tae tae uumm umm (ja ja ja) y por supuesto que la bajara…. Mmmm no sé que me dio ver esto, me sentí triste y me dirigí a la taquilla a preguntar si ella podía ingresar (con la esperanza de escuchar un SI) y me dijeron Claro esa es para niños que midan menos de 1.30 cm y yo eeeeeee no lo podía creer, que emoción, de verdad que me emocione mucho al saber que ella podía jugar, de inmediato compre el tiquete y a esto le sumamos que solo habían 2 niños, así que ella ingresó y lo que reflejaba era mucha alegría, eran risas, gritos y mucha impresión, claro no era para menos, por primera vez lograba ingresaba a una piscina llena de pelotas de todos los colores, al terminar el tiempo indicado, no quería salir y quería hacer todo lo que los otros 2 niños hacían, y lo mas gracioso era que quería traer las pelotas con ellas (ja ja ja) por casualidad ese día el juguete que lleve fue una pelota igual a las de la piscina, así que quedo tranquila y feliz.