Las exclusivas instalaciones dentro de este área del penal venezolano provocan que todas las bandas quieren apoderarse del control de la zona, la mayoría de las veces, llegando a la violencia.
La discoteca de Sabaneta dispone de un equipo de sonido con más de 22 piezas, maquina de humo y luces infrarojas. Allí se vende alcohol, tabaco y los martes y jueves reciben a prostitutas elegidas a dedo que ingresan en el penal cuando los reos lo desean. Una mujer es la encargada de llevar a las susodichas a las instalaciones dos veces por semana, informa el diario.
Meida Guerrero, socióloga y directoral del penal, considera "legal" la presencia de piscina y gimnasio y asegura que el objetivo es "la humanización del preso", si bien no se manifiesta respecto a la discoteca y las conductas dentro de la misma."Todos tienen derecho y es un beneficio concedido a las áreas que mantienen buena conducta”.
Fue hace varios meses, cuando el El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) advirtiera de la presencia de la discoteca en el interior del penal. La denuncia se produjo justo después de que varios sicarios intentaran asesinar a la encargada de llevar a las prostitutas al centro.
El fuerte contraste entre las distinas zonas en el interior de Sabaneta genera un odio latente a diario entre sus reclusos. Quienes no tienen acceso a estos lujos buscan abrirse camino hacia los beneficios a punta de pistola, mientras que las bandas que los controlan defienden el área con su vida. Son los "carros", grupos de unos 70 presos favorables a un cabecilla único que los lidera en su tarea de proteger el área de Reeducación.
En mitad de todo, el cáncer del país, la violencia armamentística, tiene su réplica en este penal de Maracaibo. En uno de los últimos cuartos del área existe un arsenal armamentístico con pistolas con dobles cargadores, granadas fragmentarias y fusiles de asalto, según confirmaron al diario venezolano varios internos de la cárcel.