El otro día me vine del pueblo con la bolsa cargada de calabacines que, como ya os dije cuando hice la receta de las flores de calabacín, han salido muchísimos de las plantas que pusimos. Pero es que está vez también me he traído algún tomate, y están muy ricos. Lo que me parece que no vamos a probar son los pimientos, se están secando todos los que salen.
Pero bueno, con esos calabacines y esos tomates con sabor, no como los del súper, que mejor que hacer un pisto manchego, que para eso los he cogido en la provincia de Guadalajara.
PISTO MANCHEGO
Ingredientes:
5 calabacines 2 pimientos verdes 4 tomates maduritos 2 cebollas Aceite de oliva Sal Azúcar Barra de pan
Para hacer el pisto:
Cortamos en trozos pequeños las cebollas y los pimientos y en una sartén con tres cucharadas o cuatro de aceite las ponemos a pochar, a fuego medio tirando a bajito y movemos de vez en cuando con la cuchara de madera.
Mientras se hacen la cebolla y el pimiento vamos preparando los calabacines. Reservamos uno entero para el emplatado, el resto los lavamos y cortamos en cubitos pequeños. Cuando la cebolla está transparente y los pimientos blanditos, agregamos los calabacines a la sartén.
Vamos preparando los tomates. En este caso como están maduritos se pelan muy bien, yo prefiero quitarles la piel para hacer el pisto. Los podéis cortar igual que el resto de las verduras o, como yo he hecho, partirlos y, en un vaso batidor triturarlos.
Una vez los calabacines están blanditos, en unos 15 minutos o así a fuego suave, añadimos los tomates. Incorporamos dos cucharaditas de sal y dos de azúcar. Seguimos cocinando a fuego medio/suave y moviendo de vez en cuando. En unos 10 o 15 minutos lo tendremos, tenemos que conseguir que esté blandito y se consuma gran parte del caldo del tomate.
Mientras terminamos de hacer el pisto podemos preparar el resto de ingredientes para emplatar.
El calabacín que hemos reservado lo lavamos bien y hacemos unas tiras finas del ancho del calabacín con ayuda de una mandolina o un cuchillo bien afilado.
Calentamos agua y cuando rompa a hervir metemos las tiras de calabacín a escaldar, un minuto, para que se pongan más blanditas y manejables.
Salamos las tiras y cubrimos el interior de unos moldes redondos con estos calabacines.
Para empujar el pisto necesitamos pan! Asique se lo vamos a incorporar al plato. Cortamos unas rebanadas muy finas de pan, si es de pueblo con mucha miga mejor.
Calentamos una sartén y ponemos las rebanadas de pan con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra para que les de buen sabor. Cuando cojan color reservamos las rebanadas.
Emplatado:
Rellenamos el molde en el que previamente hemos puesto las tiras del calabacín, con el pisto. Retiramos el molde con cuidado y ponemos unas rebanadas de pan fino “clavadas” en el pisto.