El pisto manchego es un plato basado en la fritada de diferentes verduras, cada uno lo hace a su manera, pero entre las verduras que no pueden faltar son el pimiento, el tomate y el calabacín. A la hora de acompañarlo lo más habitual es utilizar patatas y huevo, a continuación os dejo esta receta de pisto manchego con huevos revueltos y patatas.
Ingredientes (Para 4 personas):
1 Cebolla
2 Calabacines medianos
1 Berenjena grande
1 Pimiento Verde
4 – 6 Tomates maduros (dependerá del tamaño)
4 Patatas medianas
4 Huevos
Leche
Aceite de Oliva
Mantequilla
Pimienta
Sal
Azúcar
Preparación:
1. Cortamos la berenjena a dados y la dejamos en remojo en agua con sal durante unos 10 minutos para que luego no amarguen. Mientras pelamos los tomates, la cebolla y el calabacín (aunque este último es opcional) y cortamos estos ingredientes y el pimiento a dados.
2. Freímos todas las verduras excepto el tomate, con un poco de aceite de oliva en una sartén grande o cazuela, sazonamos y dejamos que se vayan haciendo poco a poco hasta que disminuyan su volumen, añadir a continuación el tomate, añadir una pizca de azúcar y dejar cocer hasta que la salsa de tomate espese y no haya agua.
3. Pelamos las patatas, las cortamos a dados y las freímos en abundante aceite de oliva, primero a fuego lento, cuando estén tiernas subimos el fuego y terminamos de dorarlas, así quedarán tiernas pero crujientes.
4. En un bol batimos los huevos, le echamos un chorro de leche (1/2 vaso) y batimos muy bien. Agregamos en una sartén un poco de mantequilla (1 cucharada) y aceite de oliva (1 cucharada), cuando esté caliente añadimos el huevo batido y mezclamos todo bien con una cuchara de palo, sin dejar de remover, cuando tengamos la textura deseada dependiendo si nos gustas más jugosos o más hechos, salpimentamos, removemos y retiramos del fuego.
5. Servimos el pisto bien caliente junto con las patatas y el huevo revuelto por encima.
Consejos:
Para esta receta de pisto manchego con huevos revueltos y patatas, mi consejo es a la hora de preparar las verduras. El calabacín como os he comentado antes lo podéis pelar o no, es opcional, el motivo de pelarlo es que la piel del calabacín amarga un poco, pero por otra parte en la piel como en muchas otras verduras y hortalizas es donde están las vitaminas, así que lo que yo hago es pelarlo a medias, o si utilizo dos calabacines pelo uno sí y otro no, para que no amargue tanto. En cuanto a la cocción de las verduras ojo de no pasarnos con el aceite, ya que entonces nos quedaría una salsa aceitosa. Si fuera el caso una vez hecha tendríamos que retirar el exceso con una cuchara.