Desde hace tiempo, una noticia sobre las actualidades del cine provoca miedo y en ocasiones hasta repugnancia. Muchas de ellas hablan acerca de volver a grabar películas que estaban bien (o mal) en su momento y vendérnoslas como algo supernovedoso, en resucitar franquicias muertas, modificarlas hasta que las aceptemos y en rebajar la edad de los protagonistas hasta convertirlos en chicos barbilampiños que brillen luchen contra el mal a la vez que tratan de aprobar exámenes y ligar con el amor de su vida.
En este mundo adolescente, la buena noticia de hoy es que uno de los mejores estudios de todo el mundo, Pixar, la responsable de obras maestras como UP o Wall-e, va a trabajar con actores reales en su próximo proyecto: John Carter of Mars.
El filme, que estará dirigido por Andrew Stanton (Wall-e), está basado en una saga de libros escritos por Edgar Rice Burroughs, conocido también por crear al personaje de Tarzán, otro que muy pronto tendrá una nueva peli, creedme. Dicha serie de novelas, que inspiraron al científico Carl Sagan para explorar el espacio, proponen un viaje exótico en un Marte poblado por alienígenas verdes de tres metros, princesas, machos machotes veteranos de la guerra civil estadounidense, gente de Virginia y demás fantasía. No he leído las novelas de John Carter of Mars, (y desde que en Cosmos las mencionaron pertenecen a ese tipo de cosas que dices: si algún día la encuentro por ahí…) pero se parecen al tipo de fantasía hormonada de Robert E. Howard, el creador de Conan y que, curiosamente, también se está preparando para regresar a la gran pantalla.
Marte pues, o Pandora Barsoom, como lo conocen sus habitantes, será el escenario del primer trabajo de la gente de Pixar alejada de la animación. Aseguran que no habrá ningún cambio en su forma de trabajar, y hablan mucho acerca de “afinar el guión lo máximo posible”, algo de lo que cada vez menos gente parece preocuparse. Yo espero que les salga una película redonda, aunque a primera vista el material con el que se trabaja es un poco bizarro, pero si les sale bien, (y estos tipos son los únicos capaces de poner a un anciano como protagonista de una peli infantil, a un robot basurero o a una ¡rataaaaa!) ganaremos una forma más de disfrutar de unos genios del entretenimiento y callarán a esas bocas que dicen que los de Pixar sólo hacen “chorradas de plastilina que producen vergüenza” o que el cine de animación no es serio.
Aunque, si las cosas van mal, quedará como una más de esas películas ambientadas en un planeta exótico que nacieron a partir del desmesurado éxito económico de esa-película-del-director-de-Titanic-donde-sale-la-jamona-de-Star-Trek, junto con la nueva versión de Dune, y en veinte años será una rareza de la que comentaremos: ¿Recordáis cuando los de Pixar…? Pero tengamos fe, fueron los tipos que consiguieron que hace dos años una película prácticamente muda se llevase el Óscar.
Gracias a Toni por el aviso.