En esta oportunidad, te vengo a ofrecer un disco posterior, con una influencia más surf, (lo cual no quiere decir que la Sofi lo escuche durante su calistenia, ni que tengas que comprarte una tabla hawaiana, cuando a las justas tu tabla de planchar esta que se cae a pedazos, si es que tienes alguna idea del intrincado funcionamiento de una plancha).
No obstante, la mayor parte del álbum, sigue siendo esa pegajosa fórmula de estrofas melódicas con voz suave y coros con distorsión ( pronúnciese destorshon) y gritos amigdalíticos (pronúnciese igual).
Mira hermano, hermana, yo no te voy a engañar, este disco pasa suave y no te cuesta nada.
Ay ! pero que bonito...
No me des la espalda...