- Para la masa:
- 12 cucharadas grandes de harina integral (yo utilicé de espelta)
- 2 cucharaditas de levadura en polvo de panadería
- 1/4 cucharadita de sal
- 5 cucharadas grandes de agua templada
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Para el relleno:
- Espinacas congeladas
- 2 cucharadas de tomate triturado (o frito)
- 1 tomate entero
- 1/2 cebolla
- Queso para pizza Mozarella
- Orégano y albahaca (o especias para pizza)
1Mezclar la levadura con una cucharada de agua templada hasta que se deshaga bien. Mezclar la harina con la sal y formar una montaña con un hueco en el centro a modo de volván, verter en el centro la levadura desleída y cubrir con algo de harina. Ir añadiendo el resto del agua templada poco a poco y trabajar la masa hasta que esté esponjosa. Formar una bola y cubrir con un paño de algodón.
2Dejar reposar en un sitio cálido hasta que haya duplicado su volumen.
3Mientras cocer las espinacas en un poco de agua con sal, escurrir y reservar.
4Volver a trabajar la masa añadiéndole una cucharada de aceite de oliva.
5Enharinar un poco la superficie donde se va a trabajar la masa. Estirar la masa con un rodillo dándole la forma a nuestra pizza rocurando dejar los bordes un poquito más gruesos.
6Precalentar el horno a 220º.
7Untar la base con el tomate triturado, y a continuación cubrir bien con queso, espolvorear con las especias, y encima extender las espinacas, a continuación la cebolla en gajos y el tomate natural en rodajas. Espolvorear con más queso y especias.
8Meter en el horno a media altura y hornear durante unos 20 minutos.