Placas de calles de españa y el mundo (i)

Por Diodenorl @diodenorl
Las placas que anuncian los nombres de las calles de ciudades y pueblos de todo el mundo son un tema fascinante, pues su variedad es enorme y al mismo tiempo nos dan mucha información sobre la idiosincrasia de sus habitantes, sobre el mayor o menor respeto que tienen hacia sus tradiciones o su patrimonio histórico y monumental, y sobre su cultura en general. Suponen un escaparate y hasta una declaración de intenciones para las urbes y villas. Iniciamos aquí una serie de artículos sobre estos elementos imprescindibles del entorno urbano y que nunca pasan desapercibidas al visitante atento, y lo haremos en un orden pretendidamente variado, llegando muy lejos, aunque empezaremos por las placas que tenemos más cerca.
              
Ver Placas de calles de España y el mundo (I) en un mapa más grande
Empezamos con las placas de la ciudad de Zaragoza. La mayoría de las que están repartidas por toda la ciudad están hechas en el Taller Escuela de Cerámica de Muel. En esa villa cercana a la capital aragonesa se conserva la tradición de nuestros antepasados mudéjares. Es una cerámica tradicional medieval en colores blanco y azul, y con ella se hacen las placas de la mayoría de las poblaciones grandes o pequeñas de Aragón e incluso de otros lugares, a veces muy lejanos...

Zaragoza (España)

Zaragoza (España)







En las fotos vemos dos de estas placas. La primera es de una zona emblemática del Casco Antiguo, el Tubo, famosa por sus locales de tapeo. Estas estrechas y antiguas calles son las únicas de la ciudad que además del nombre de la vía, nos indican el de la zona. Esta placa es de las más modernas: como vemos tanto el escudo como las letras y el dibujo del borde están hechos a mano pero con unas plantillas de modo que salen todos iguales. Sin embargo, en las más antiguas, como en la segunda foto (correspondiente a la plaza más famosa de la capital aragonesa), todo se hacía a pulso. También de esta cerámica tradicional son los dos siguientes ejemplos, de la propia villa de Muel (no podía ser de otro modo) y de la preciosa ciudad de Daroca


Daroca (Zaragoza, España)

Muel (Zaragoza, España)





La cerámica es el material más utilizado en las placas de calle de muchas regiones españolas, no sólo Aragón, y de otros países. Es un material enraizado en la cultura popular desde hace siglos y que permite una gran variedad de colores y diseños, generalmente de honda tradición en cada lugar. Así, el sur de Aragón escapa al predominio de Muel y usa la cerámica típica de la zona, la cerámica de Teruel, de colores blanco, verde y morado. Reproducimos ejemplos de las monumentales y recomendables villas de Mora de Rubielos y Rubielos de Mora (de ésta última ya hablamos a propósito de su pintoresca plaza de toros). 

Mora de Rubielos (Teruel, España)

Rubielos de Mora (Teruel, España)




Sin duda volveremos a tratar estas cerámicas aragonesas, pero vamos a ver otras placas realizadas en el mismo material en otros lugares. Dos bonitos ejemplos son las ciudades castellanas de Soria y Toledo. Ambas están hechas con una sola baldosa, a diferencia de las anteriores. En la primera destaca su abigarrada decoración, que le da un aire muy señorial, el que tiene la ciudad del Duero. En la segunda prima su sencillez, con el escudo en el centro y sin más ornamento. ¿Acaso necesita más la ciudad imperial para impresionarnos? Se diría que es de una grandiosidad escurialense... 

Soria (España)

Toledo (España)





Sin embargo, paradojas de la vida, la placa de San Lorenzo de El Escorial tiene otro aire más dieciochesco, poco acorde con la herreriana octava maravilla del mundo. Mientras tanto, la localidad de Sigüenza nos obsequia con esta encantadora placa que escarba en sus más profundas raíces medievales y que no puede ser más mudéjar, ya que se trata de la calle de la Medina y además nos lo dicen hasta en árabe...

San Lorenzo de El Escorial (Madrid, España)

Sigüenza (Guadalajara, España)







Como hemos prometido variedad, vamos a dar un paseo por lugares algo más exóticos. Y de paso cambiamos de material, que no sólo hay placas de cerámica por el mundo. El primer ejemplo es una de las típicas placas francesas metálicas (pero con cierto buen gusto, no como las horrendas placas de matrícula automovilística que invadieron nuestras ciudades en los nefastos años 70). Se trata de una placa de Foix, en la región de Mediodía-Pirineos. Es una de las muchas bilingües que podemos ver por el viejo continente (aunque en Francia siempre veremos en primer lugar la lengua nacional). En este caso está en francés y en occitano. Obsérvese el detalle del escudo: no son los cuatro palos de Aragón, sino tres, pues los condes de Foix, vasallos del Reino de Aragón, al diseñar su blasón, imitaron el de sus señores pero quitaron un palo por respeto a aquéllos. Un condado siempre es menos que un reino... La segunda es de la capital sueca, Estocolmo. También una placa metálica, pero sin la elegancia francesa. Austeridad escandinava para una placa que recuerda a Ikea.

Foix (Francia)

Estocolmo (Suecia)







Hasta aquí esta primera muestra de la gran riqueza decorativa que adorna los muros de las calles del mundo. En próximas entregas veremos muchas más, tanto de España como de lugares más alejados, a veces muy alejados. Las veremos rectangulares, cuadradas, alargadas y hasta ovaladas. También de cerámica, piedra, metal o forja. Incluso escritas en otros alfabetos distintos del latino. Y por supuesto, siempre mostrándonos las tradiciones de cada villa, ciudad, región o país. Si tienes fotos de placas de calles que valga la pena publicar aquí, ponte en contacto con nosotros.
Texto y fotos © LAGARTO ROJO 
Permitida su reproducción previa autorización y siempre que se cite su procedencia.


Nota: pincha en las imágenes para ampliarlas.