Placer a la carta
Al fin ha llegado el día en que Rei Asahina, junto con una amiga, pueden ir a la cafetería. Una vez dentro ambas se separan con su respectivo camarero o, más bien, acompañante. Rei siente un flechazo absoluto con el suyo: Suo. Sólo con rozarla la pone a cien. Una vez termina la tarde decide esperarle en la puerta, decirle lo que siente y pedir que le dejen trabajar ahí. Sin embargo, al no ser ya una clienta, Suo deja de ser tan agradable y se muestra como es en realidad: frío y borde. No obstante, el encargado aparece y acepta ponerla a prueba durante tres días en los que tendrá que ganar 100.000 yenes ¿será capaz Rei de alcanzar esa cifra y derretir al frío Suo en tan poco tiempo?
Aunque es un tópico con patas el de la cafetería elegante para mujeres con camareros o hosts atractivos (Instituto Ouran Host Club y Virgin Blood que yo haya reseñado), lo cierto es que tiene un primer capítulo muy mono. Es muy exagerado el flechazo de Rei pero, aparte de eso, cómo se esfuerza ella en el trabajo y cómo va ganándose a Suo está bastante bien llevado. Creo sinceramente que si hubiese dejado el desarrollo de la pareja en este primer capítulo y se hubiese centrado en otros dos camareros para los dos siguientes (quizás con aportaciones de cierta importancia de Rei y Suo entre medias para ver cómo evolucionan), habría funcionado mucho mejor. Es un esquema que funciona de maravilla en las sagas de novelas románticas. Condensado en esta mini-serie, habría funcionado igual de bien. Por ejemplo, se me ocurre que podría haber recurrido a la amiga con la que va Rei que desaparece nada más llegar a la cafetería.
El problema que tiene
es que, para el segundo capítulo, introduce a una rival que es bastante ridícula y en el tercero se tensa de nuevo con uno que va por Rei incluso robándole un beso (aunque se supone que hay que perdonarlo porque al parecer sólo lo hace para que Suo dejase de dudar). Meh. Innecesario desarrollo que empaña la buena química que realmente llegaban a tener los protagonistas sin necesidad de otros que les hicieran avanzar.Al final del tomo hay un extra de la serie en tono cómico y donde los demás camareros interactúan. Éste refuerza mi idea de lo dicho un poco más arriba: la serie habría ganado dándole protagonismo a otras posibles parejas.6/10Una diablilla peligrosaMomo Shiramine no hacía más que dejarle regalitos a Isato Yusamura, del que llevaba tiempo enamorada. El chico la descubrió y le pidió salir, así que desde entonces son una pareja de lo más enamorada. El único problema es que Momo es muy cortada y hasta darle un simple beso le cuesta. Isato no la presiona y le da su espacio pero ella quiere cambiar, así que le quita la lata de cerveza que éste estaba bebiendo. Al principio se marea pero cuando se recupera, se desinhibe y consigue no sólo besarle sino también acostarse con él. El problema es que al terminar la chica sabe que no ha sido "ella" realmente la que ha tenido sexo con él ¿Habrá sido cosa del alcohol o hay algo más?
Sin ser nada del otro mundo, la historia más interesante del tomo. Aunque prima el tono cómico, en el fondo toca puntos delicados como las dobles personalidades o la sexualidad de las mujeres. Lástima que sea una historia tan corta porque lo cierto es que tenía elementos muy interesantes en los que podría haber profundizado. Además, el final tiene un punto muy divertido.
Punto muy a favor por el chico, Isato, que primero no la presiona y luego hace lo que puede por ayudar a la "verdadera" Momo.
7/10Money ControlSarasa Shinomone vive sola desde que dos años antes sus padres se fueron al extranjero. Le mandan dinero regularmente pero debe ajustarse bastante el cinturón para no tener problemas a final de cada mes. Un día, de vuelta a casa, se encuentra con un chico tirado en el suelo. Al ir a coger su móvil para llamar a una ambulancia se da cuenta que no lleva encima el monedero con el dinero para el mes. En cualquier caso, el chico sólo tiene hambre así que le lleva a su casa y le invita a comer... pero se lo zampa casi todo. Sin dinero y sin comida, a ver cómo sobrevive un mes... El chico, Shin Fujiwara, le da un fajo de billetes al ver su situación. A cambio se quedará allí y ella le hará de criada. Sarasa no tiene más opción que aceptar.
Un punto de partida que no hay por dónde cogerlo (¿un chico tirado en la calle por hambre? ¿ella, que vive sola, le invita a su casa sabiendo que no tiene dinero para pasar el mes? ¿acepta un fajo de billetes de un desconocido que se instala en su casa en lugar de pedir ayuda a padres o amigos?) y, sin entrar en destripes, el desarrollo y el desenlace no dejan de volverse menos creíbles a cada página. Es un absoluto sinsentido toda la historia pero aún podríamos dejarlo pasar si a cambio de tragar con semejante trama llena de agujeros en el sentido común nos diese buenos momentos emotivos, pero es que
ni llegar a tocar el corazoncito cuando debería. Una historia muy, muy floja.3/10ConclusiónCreo que ha quedado bastante claro que es un tomo prescindible. Las historias que lo forman no tienen nada muy especial e incluso son bastante tópicas, sobre todo la principal. Quizás por la segunda puede mereceros la pena probar el tomo, pero tampoco os perderéis nada sin leerla. En el primer free-talk la autora comenta que era su cuarto tomo y se nota que aún estaba muy verde.