Plácido Domingo ya está en La Habana para cantarle a los elegidos por el régimen

Publicado el 24 noviembre 2016 por Yusnaby Pérez @yusnaby
Plácido Domingo llegó anoche a La Habana, según precisan los medios oficialistas cubanos. El tenor ha llegado con antelación para ajustar los detalles finales de su concierto en el Gran Teatro de La Habana este 26 de noviembre. Plácido cantará para un público adoctrinado,  escogido por el régimen, que probablemente jamás haya escuchado un aria de ópera o una romanza de zarzuela,  pero que se dará cita “voluntariamente” en el Gran Teatro de La Habana, recientemente rebautizado como Alicia Alonso. Al artista español que ostenta el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, la Orden del Imperio Británico, es Comendador de la Legión de Honor, ha sido nombrado Doctor honoris causa en más de una docena de universidades y cuenta hasta con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, al parecer no le interesó la composición de su público, del cual recibirá cerradas ovaciones sin importar lo que suceda en la noche del venidero 26 de noviembre, en lo que será una nueva campaña de alfabetización, esta vez en el terreno operístico. Según lo previsto, en Cuba, Domingo interpretará un repertorio de músicos nativos de gran trascendencia como Gonzalo Roig y Ernesto Lecuona, el más querido compositor cubano, que murió en España, y estipuló en su testamento que sus restos fueran devueltos a Cuba cuando Castro haya abandonado el poder. La dirección del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso informó que el equipo de realización del maestro Domingo solicitó 533 lunetas para seguidores internacionales que viajarán exclusivamente al país para este concierto.

Junto a Domingo subirá a escena la soprano puertorriqueña Ana María Martínez y la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, bajo la dirección del estadounidense Eugene Kohn.

A los 75 años de edad, el cantante no piensa en el retiro, y acaba de probarlo en Viena, donde encarnó hace pocos días al malvado Macbeth en la ópera homónima de Giuseppe Verdi, basada en la tragedia de William Shakespeare.

Precisamente en la ciudad austriaca, el virtuoso recibió en 1991 la mayor ovación concedida jamás a un artista, inscrita de ese modo en libro Guinness de los récords; pues duró una hora.

Con información de Cubasí. ¿Qué Opinas?