Si no se toman medidas, la ONG estima que casi tanta gente como murió con el terremoto puede enfermar de cólera en los próximos meses, si no se toman medidas. El aislamiento y la ausencia de servicios básicos aumenta el riesgo de contraer la enfermedad de los haitianos que habitan en las zonas rurales y que conforman más del 75% de la población del país.
Los niños son siempre los más vulnerables ante este tipo de situaciones y en Haití el 48% de la población es menor de edad. Por ello, PLAN hace un llamamiento a Naciones Unidas y a los gobiernos para que se impliquen y apoyen los esfuerzos para combatir el cólera, atendiendo a quienes viven fuera de la capital y, sobre todo, entre los más pequeños
PLAN está trabajando con jóvenes y familias en un centenar de comunidades rurales y en más de 260 escuelas para difundir información sobre la importancia de una buena higiene, sobre cómo reconocer los síntomas del cólera. Además, PLAN cuenta con 376.000 unidades de rehidratación que beneficiarán a más de 32.000 familias.
PLAN, la organización internacional de protección de los derechos de la infancia, ha advertido hoy sobre la situación de unos 7,5 millones de personas que viven en las zonas rurales se Haití y que se encuentran en situación de alto riesgo por el brote de cólera que se extiende por el país.
PLAN destaca que la gente que habita en las áreas más aisladas no cuenta con acceso a los servicios básicos y son especialmente vulnerables ante la enfermedad que ya ha terminado con cientos de vidas a lo largo del país.
Así, Jim Emerson, director general de PLAN en Haití, asegura que es necesario movilizar rápidamente una amplia respuesta humanitaria ya que “en las zonas rurales existe una mayor dificultad de acceso a los servicios sanitarios e higiénicos con los que podrían salvarse fácilmente miles de vidas.”
Por su parte, Concha López, directora general de PLAN en España señala: “Desde PLAN hacemos un llamamiento a la ONU y al Gobierno para que se impliquen y apoyen los esfuerzos en combatir el cólera y para que no desatiendan a la mayoría de las personas que viven fuera de la capital, sobre todo a los niños, ya que son especialmente vulnerables a la rápida deshidratación asociada con esta enfermedad, fácilmente prevenible cuando se dispone de los medios adecuados.”
“Con una bacteria tan agresiva como el cólera, el tiempo es fundamental. Sin tratamiento, la muerte puede llegar en apenas tres horas”, explica Jim Emerson. “Por este motivo, PLAN se está centrando en difundir programas de educación que explican a la gente, antes que nada, cómo evitar ponerse enferma.”
La enfermedad ha dejado, al menos, 900 víctimas mortales hasta la fecha y existen ya unos 14.600 casos confirmados a lo largo del país. El huracán Tomás que arrasó la costa oeste de Haití a principios de este mes ha contribuido a aumentar el número de casos. Se estima que el mismo número de personas que murieron en el terremoto del 12 de enero de 2010 podría contagiarse del cólera en los próximos meses si no se toman las medidas necesarias.
PLAN está trabajando con jóvenes y familias en un centenar de comunidades rurales para que tomen conciencia sobre la importancia de una buena higiene y sobre la necesidad de beber sólo agua en buenas condiciones. Así, se les han enseñado las señales y los síntomas del cólera y lo que hay que hacer en caso de enfermar. PLAN también está desarrollando programas sobre higiene para concienciar a los niños de más de 260 escuelas.
Además, los centros sanitarios de emergencia también se han preparado para cuidar a los infectados y se ha distribuido entre las familias kits de ayuda con jabón, pastillas purificadoras de agua, electrolitos y un botiquín de atención primaria. PLAN posee alrededor de 376.000 unidades de sales rehidratantes de administración oral preparadas para su distribución y que beneficiarán a más de 32.000 familias numerosas.
PLAN en Haití.- PLAN está presente en Haití desde hace 37 años y en el momento del terremoto contaba en el país con 143 empleados, a los que se unió un equipo internacional de expertos en emergencias, que trabajan desde entonces para mejorar la situación de más de millón y medio de niños y niñas afectados por el seísmo del pasado enero. En estos momentos, PLAN está desarrollando numerosos proyectos de construcción de escuelas temporales en las zonas de Jacmel y Croix-des-Bouquets, en las afueras de Puerto Príncipe. Además, PLAN está realizando labores de apoyo en otras áreas que sin haber sido devastadas por el terremoto han recibido en las primeras semanas tras la catástrofe una gran masa de población afectada y que se ha trasladado desde la capital. Entre estas acciones se cuenta la creación de Child Friendly Spaces (zonas seguras para los niños), construcción de servicios de saneamiento, limpieza de escombros de las zonas escolares y refuerzo de las economías familiares mediante el programa Cash for Work (Dinero por Trabajo), así como la prestación de servicios de salud mediante clínicas móviles