La Sierra de la Culebra es una zona muy muy tranquila, pero hay pueblecitos muy agradables, os aconsejo un bañito en la playa de Villardeciervos.
Desde la Sierra de la Culebra hicimos varias excursiones, una de ellas a Braganza, Portugal. Visitamos el Castillo, el Museo del Ejército y el Museo de la Ciencia, este museo, aunque pequeño, les gustó bastante a los niños. En una hora se ve entero, con tiempo suficiente para estar un ratito en cada experimento.
Otro día fuimos a Miranda do Douro. Visitamos el Parque Natural de Arribes del Duero. Al final del pueblo encontráis el embarcadero, donde hay una empresa españo/lusa que organiza cruceros ambientales por el rio. Nosotros optamos por uno de una hora de duración, lo suficiente para disfrutar de las explicaciones y las vistas sin que resultara pesado a los niños. Cuando termina el paseo hacen una exhibición de aves. Después de una mañana de excursión comimos en un restaurante muy recomendable “Casa Balbina”, comida sencilla pero abundante y muy sabrosa.
El último día decidimos acercarnos a la zona del Lago de Sanabria, desde luego el lago es una auténtica preciosidad y merece la pena visitarlo, sin embargo, si lo que se busca es tranquilidad creo que es mucho mejor quedarse en la zona de la Sierra de la Culebra.