Planta más Brillante del Mundo, Pollia Condensata

Por Plantamer @PlantaMer

  
Parecen canicas esférica de brillos irisados y metálicos, pero en realidad es parte del fruto de la planta africana Pollia condensata, la planta más brillante del mundo.
Las comidas de color azul no son muy comunes y de hecho generalmente se asocian a frutos venenosos o a comidas en mal estado. Sin embargo la baya africana (Pollia condensata) no solo tiene un brillante color azul metálico sino que además consigue el mismo en ausencia completa de pigmentos azules.
Un grupo de científicos ha descubierto recientemente que el fruto de la Pollia condensata, una planta africana, es el objeto con el color más intenso y brillante de la naturaleza, según un estudio de la Universidad de Cambridge.

La baya tiene un extraordinario color azul metálico que, aunque parezca sorprendente, no obtiene de ningún pigmento, sino, simplemente, reflejando la luz en unas longitudes de onda en particular, como también lo hacen el pavo real o el escarabajo. La investigación aparece publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS)
Esta baya contiene o comprende cuatro capas de fibra gruesa y cada una de estas capas esta formada a su vez por una variedad fibrosa de otras células, estas se alinean en paralelo y hace que se tenga una visión en espiral del fruto; esta forma compleja de disposición de las capas, hace que la luz entre en el fruto y por alguna extraña razón es amplificada antes de ser reflejada de nuevo; con un color específico; en este caso se refleja predominantemente la luz azul.

Sorprendentemente, no tienen valor nutricional alguno, pero si que atraen a las aves por ese color brillante, muchas usan estas bayas para decorar sus nidos o incluso para impresionar a las hembras de algunas especies; además, es por su estructura que este fruto no se desvanece con el tiempo, mantienen el mismo color con el paso del tiempo; lo que puede dar idea a investigadores para crear otras aplicaciones como usos industriales.
Más información: pnas.org