Alkanna Tinctorea en Latín. La Raíz del Traidor fue llamada también la Raíz del Diablo, por el poder que tenía en los siglos pasados de convertir los líquidos en el color de la sangre. El uso estuvo asociado durante muchos años a mitos mágicos y religiosos. Su carácter curativo se atribuye a fuerzas divinas.
Se le atribuyeron hechos diabólicos, ya que era una planta que, por sus características esenciales, ponía rojo cualquier líquido y fue una de las plantas que quedó incluida en el mundo oculto de la magia, brujería y superstición.
La Inquisición la prohibió por considerarla una planta diabólica, a la que denominaban “La Raíz del Diablo”. En el año 1600 aproximadamente, se vuelve a recuperar la planta. Fue en la zona de Castilla-La Mancha y sobre todo en las provincias de Guadalajara, Cuenca, zona de Madrid y Soria, donde se hacían grandes calderos de aceite con raíz de “pie de palomino” dejada en maceración.
Las cualidades, así como su preparación, fueron transmitidas de padres a hijos, de generación en generación por la familia “Carrasco” de Ibros (Jaén).
Se le atribuyen diferentes propiedades aliviantes y curativas aplicable a: Eczemas, hongos, manchas, granos de cutis y espalda, hemorroides, escoceduras de niños, grietas en la piel, varices ulceradas, soriasis, acné, herpes, cicatrizante de heridas.
Hoy en día se vende en herbolarios y se encuentra en forma de ungüento.