Plantéate un cambio...

Por Vmartinp @vmdeluxe

No deja de sorprenderme que ni mujer se siga preguntando cómo puedo disfrutar tanto pasando horas y horas delante del ordenador. Algunos dirían que soy un Workaholic (adicto al trabajo) y no les falta parte de razón. Pero hay una gran diferencia entre un adicto al trabajo que podría ser cualquier trabajo independientemente de si le gusta o no, y una persona que disfruta trabajando y que tiene la suerte de trabajar en lo que le gusta. Sé que soy un privilegiado por poder dedicarme a lo que tanto me gusta, pero es un privilegio que yo busqué desde joven.

Derechos de la imagen: Fotolia

Tengo algunos amigos que trabajan para empresas a las cuales odian, pero muchas veces no se dan cuenta de que ese odio que tienen no es realmente hacia las empresas donde trabajan, sino a sí mismos por no trabajar en aquello donde verdaderamente les gustaría trabajar.

Pensarás que no es tan fácil cambiar de rumbo una vez tu vida está encarrilada, que es fácil decirlo pero no es fácil hacerlo, pero por experiencia propia sé que si deseas algo con mucha fuerza el cambio es posible aunque sea muy difícil.

Hace unos años, antes de estar casado, lo dejé todo por irme a vivir un tiempo a Londres. Algo que deseaba muchísimo y que siempre me había rondado por la cabeza. De un día para otro hice algo muy poco habitual en mí: tomar una decisión en 5 minutos. Recuerdo que fue un lunes el que me levanté pensando en irme allí al Reino Unido a vivir y el martes ya tenía buscado alojamiento y comprado los billetes. Total, mi trabajo me permite trabajar desde cualquier parte del mundo ¿por qué no iba a hacerlo?

Creo firmemente que todos somos los dueños de nuestro destino, que está en nuestra mano cambiar las cosas. Puede que pienses que tu situación es distinta y que tienes tanto compromiso que no puedes hacer cambios en tu vida: una hipoteca, hijos, una relación, edad avanzada… Pero la verdad es que pequeños cambios pueden llevarte a un gran cambio. No se trata de cambiar tu situación de un día para otro como hice yo, se trata de dar pequeños pasos hacia un objetivo final que puede tardar en llegar. Si no disfrutas con lo que haces, no estás disfrutando de la vida.

Sin duda alguna, el día que no disfrute haciendo lo que hago me plantearé un cambio y haré todo lo posible por llevarlo a cabo. La cuestión es que siempre podemos elegir, aunque la elección no sea fácil e implique grandes medidas. De hecho, yo mismo me estoy planteando un cambio y no tardaré en hacerlo.

Seguramente sabes de lo que hablo y quizás en su día ya cambiaste algo de tu vida que no te gustaba. ¿A ti te gustaría cambiar?

Photo credit: http://es.fotolia.com/id/51943364