La afición de D. Mariano al plasma es casi tan grave como la alergia que le tiene alguno de sus rivales políticos, quienes han puesto el grito en el cielo con la esperanza de ver a un presidente del gobierno tras el micrófono de un tribunal, en vivo y en directo. Sorprende que conspicuos podemitas procuren al Sr. Rajoy la medicina que ellos mismos evitaron; efectivamente, tanto el Sr. Errejón como la Sra. Bescansa declararon ante la justicia por videoconferencia, extremo que se le niega al mandatario español. No deja de ser curiosa, como tantas otras veces, la doble vara de medir que aplican los artífices de la “verdadera democracia”, lo que sirve para sus dirigentes se critica en la oposición; otro extremo para recordar el día que depositemos nuestro voto en las urnas.