El Departamento de Bioprocesos de CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) ha conseguido, con el proyecto Biopack, obtener, a partir de restos de paja, de cebada y trigo, mezclas de las formas ópticas D y L del ácido láctico adecuado para la producción del polímero PLA (ácido poliláctico), un tipo de plástico biodegradable con características de resistencia y plasticidad muy parecidas al plástico habitual.
A lo largo de los próximos tres años, CNTA y otros 4 socios de Austria, Bélgica y España, liderados por la empresa navarra TRASA, pretenden ampliar la matriz de residuos vegetales agroalimentarios para obtener de ellos otros polímeros plásticos, además del PLA, también biodegradables, como los PHBs (Polihidroxibutiratos).
Fuente: Alimentaria