Plásticos con la moda

Por Plantamer @PlantaMer


Recoger bolsas  y otros artículos de  plástico para reconvertirlas en bolsos, sombreros y otros accesorios de moda, ha ayudado a un pequeño pueblo de Camboya a mejorar su nivel de vida y, al mismo tiempo, limpiar de basura su comunidad.
Chamcar Bei, una localidad de unos 4.000 habitantes situada en la provincia costera de Kep, es uno de los pocos lugares del país donde apenas pueden verse desperdicios acumulados, ya que aquí la mayoría de los desechos vale dinero.
En el año 2008, llegó a Chamcar Bei la ONG británica Funky Junk, que ofreció pagar a los vecinos por recoger las bolsas de plástico que se apilaban en cada esquina. “Pensamos en cuál era el problema más importante de contaminación y, sin duda, son las bolsas, ya que nadie las quiere una vez utilizadas y las tiran en cualquier lado”, asegura a Efe Sob Misy, uno de los responsables de Funky Junk en la aldea.

Las botellas, el metal o la madera ya eran compradas por otros comerciantes, pero el resto de desechos se amontonaban a la orilla de los caminos o dentro de los estanques.
Ahora los residentes guardan celosamente sus bolsas de plástico en canastos hasta que tienen suficientes para vender y queman el resto de desperdicios, aunque algunos aún se esconden en rincones.
Funky Junk compra cada mes unos 160 kilos del género, pero el pueblo no genera la cantidad suficiente, por lo que la limpieza se ha extendido a localidades cercanas como la capital provincial, Kep, o la más lejana y turística Sihanoukville.
Una vez recolectadas, las bolsas son lavadas y cortadas en tiras, para luego ser tejidas en un pequeño taller que emplea a una decena de costureras del pueblo.
Limpieza, reciclaje y trabajo.