Plataforma, de Michel Houellebecq

Publicado el 27 abril 2010 por Pablowski

Seguiré siendo hasta el final un hijo de Europa, de la angustia y de la vergüenza;  no tengo ningún mensaje de esperanza.  No odio occidente, todo lo más lo desprecio con toda mi alma. Sólo sé que, tal como somos, apestamos a egoísmo, masoquismo y muerte. Hemos creado un sistema en el cual ya no se puede vivir, y lo que es más, seguimos exportándolo.

Plataforma es la novela más popular del Michel Houllebecq,  que levantó gran revuelo al ser tachada de islamófoba, amoral, misógina y pornográfica; adjetivos que, debido a unas declaraciones un tanto inoportunas, han acabado aplicando también al escritor.

El autor de (la ya reseñada aquí) Ampliación del campo de batalla nos pone esta vez en la piel de Michel Renault, un funcionario del Ministerio de Cultura francés al que difícilmente podemos coger cariño: su vida es todo lo rutinaria y aburrida que cabría imaginar, no tiene ninguna clase de aspiración ni sueño, es cínico, antipático, putero…  Sin embargo, tras el asesinato de su padre consigue una gran herencia e intentará romper con su rutinaria vida apuntándose a un viaje organizado, destino Tailandia, con el propósito de realizar turismo sexual. En este viaje conocerá a Valérie, de la que se enamorará y con la que emprenderá un nuevo y controvertido negocio: cadenas hoteleras con servicio de prostitución en países exóticos subdesarrollados.

Michel Houellebecq

Con estas premisas ya habrán imaginado de dónde salen la mayoría de los tópicos con los que se ha calificado a la obra; sin embargo, en mi opinión, lo que ésta muestra es más bien lo contrario, pues lo amoral y misógino no es la novela sino la sociedad que en ella se describe. Al igual que en Ampliación del campo de batalla, el tema principal es la burda concecpción del sistema capitalista actual, que irónicamente logra asimilar incluso un negocio tan sórdido como la prostitución con tal de expandirse y ampliar sus fronteras. Sobre esta base, Houellebecq va construyendo la trama y lapidando puntualmente y sin piedad, con cinismo y dura ironía, temas tan controvertidos como el islamismo, la situación de Cuba,  la pobreza, la devoción por el trabajo, la dificultad de encontrar esposa, la moral occidental y su ausencia de valores…
Para divagar sobre todos estos temas se vale de los diálogos y pensamientos del protagonista, convertidos en aforismos que se clavan en la memoria y que bien merecerían un libro sólo para ellos. Así, nuestro antihéroe Michel Renault se convierte en una suerte de “Cioran domesticado” o “Nietzsche de andar por casa” al cual uno no sabe muy bien si odiar o amar: desde el punto de vista moral, es todo lo indeseable que cabe esperarse y, sin embargo, es tan aplastantemente sincero cuando habla del amor o de la sociedad que a veces provoca lástima e incluso ternura.

Citados ya los motivos por los cuales ha sido tachada de amoral, islamófoba y misógina, sólo nos queda pues hablar de la procedencia de la última etiqueta: la de pornográfica. Este último estigma es difícil de rebatir, pues quien no se excite ni lo más mínimo con la forma de narrar algunos pasajes de la novela debería seriamente hacerse mirar la libido. Houellebecq no sólo es explícito sino que además es lascivamente detallista y aprovecha la más mínima ocasión para demostrarlo. Visto así, no es de extrañar que algún puritano se haya echado las manos a la cabeza (y apostaría que a alguna otra parte) tras leer determinados fragmentos del libro. Sin embargo, cabe preguntarse qué tiene de peyorativa esta etiqueta: es evidente que no es una novela para niños, y tal vez lo sexual sea incluso lo menos escandalizante de la obra.

Hablar pues de Plataforma sólo por la polémica suscitada no es hacerle justicia: es una obra realmente interesante cargada de cinismo, humor negro y crítica social, que hará las delicias de todo aquel que busque un libro distinto y provocador. La línea que separa a las personas a las que esta obra les encantará de las que se horrorizarán es extremadamente delgada, y andar de puntillas por ella tremendamente divertido.

(Michel Houellebecq estará en el festival Estrella Levante SOS 4.8 el día 1 de mayo hablando de cine y poesía. Más información en http://www.sos48.com/)