Por supuesto que si hablamos de Perú, hay que hablar de sus playas. De norte a su, Perú tiene innumerables playas, muchas de ellas conocidas por el surf.
Ya que nuestro viaje por Arequipa no fue muy bien debido al clima, aprovechamos de volver a Lima, coger unos billetes de avión, cambiar ropa de la mochila y salir de nuevo, pero esta vez hacia el norte, a Piura y Tumbes para pasear por las playas.
Esta etapa fue más relax, solo buscar una playa en la que pudiéramos quedarnos y descansar para volver de nuevo a nuestra "vida real" en Barcelona. Al llegar a Piura, aprovechamos de visitar la ciudad y algunos lugares de alrededores, asi como también de amigos de colegio, alguno que fue de viaje (Gustavo) y otro que vivía ahí (Luis).
A partir de ahí fue coger un bus y empezar a subir hacia Tumbes, buscando "la última playa"... jeje. Primer destino, Máncora, una de las playas más conocidas del norte de Perú, aunque, por lo que me contaron, ya que yo nunca llegué cuando vivía en Perú, ahora estaba lleno de "perro-flautas" y de juergas hasta el amanecer, motivo por el cual decidimos no quedarnos mucho tiempo y seguir nuestro camino, también, un poco de desatino alquilar una habitación justo en el meollo del asunto jeje.
Aún en Piura, cogimos un bus que nos llevó hasta "Lobitos", una de las playas también conocidas pero por el surf, aunque todo depende de la época y el tiempo, quienes no nos acompañaron y me quede con las ganas de algunas olitas, pero conocimos La Casona de Lobitos donde nos pedimos unas cervecitas y comida, y pasamos una tarde agradable esperando la hora de pillar otro bus que nos ayude a continuar nuestro camino... y a librarnos del sol abrazador de mediodía.
Así llegamos a "Zorritos" en Tumbes, donde por fin encontramos un remanso de paz, donde alquilamos un hostal por 4 días antes de volver a Piura para regresar a Lima una última semana para despedirnos de nuestra familia. Mucha playa, ceviche, cerveza, postres... vamos, mucho estres!... jijiji
Para los que quieran saber acerca de los buses y movilización, la verdad es que es bastante sencillo: preguntar jeje, lo mejor siempre es pregunta a los lugareños, si es un pueblo pequeño, ya que a veces no hay buses grandes que te lleven a los sitios, de lo contrario, siempre preguntar por la estación de buses. Y es ir y comprarlo al momento y en persona. Es muy informal muchas de las veces, pero es lo que mola de Perú.
En fin, por fin volvimos a Lima, donde aprovechamos para ir a una playa a la que yo iba siempre de campamento desde que tenía 6-7 años con mi familia, "Y camp" que es la playa del club de la ACJ, más conocida por YMCA (ya se que lo primero que viene a la mente es el bailecito de los Village People, pero en realidad es la Asociación Cristiana de Jóvenes). Fue emotivo regresar después de tanto tiempo con mi familia y Ana, enseñarle dónde pasé mis veranos de infancia y adolescencia. Ana aprovechó de hacerle un reportaje fotográfico a mi pequeña sobrina Fernanda, con la que lo pasamos super bien.
Y cómo no, darle otro adiós a esa playa y bellos atardeceres de nuestras playas.
Es así como terminamos nuestro viaje. Nos despedimos de mi familia un 14 de febrero, San Valentín, para coger nuestro vuelo a Londres con escala en Miami, en total 14 horas de vuelo más, y luego 1 hora y media mas de bus para cambiar de aeropuerto y luego unas 3 horas mas para llegar nuevamente a Barcelona, después de 10 meses viajando, con ganas de aparcar la mochila y los vuelos, al menos por una temporada... como no sabía ver el futuro, era lo que pensaba en ese entonces... 1 mes después volvía a Perú por 5 meses para estudiar cocina y Administración de restaurantes. Fueron 5 meses que aproveché de estar solo con mi familia, pero de los que tuve que armarme de mucho valor para estar separado de Ana por todo ese tiempo... por suerte estuve con mi familia y más que nada, ya pasó
Como siempre, aquí les dejamos nuestras fotitos playeras, despidiéndonos de nuestro largo viaje alrededor del mundo, donde aprendimos mucho acerca de nosotros mismo, de los lugares donde estuvimos y conocimos gente muy agradable.
Pero seguiremos con otros viajes... hasta pronto!