A diario en Plaza España se concentra un gran número de personas, unos buscando un lugar donde descansar, tumbándose en sus jardines, otros la utilizan como punto de encuentro y también están los turistas pertrechados con sus cámaras fotográficas para inmortalizarse junto al monumento homenaje a Miguel de Cervantes.
Junto al estanque en mitad de la plaza, nos encontramos con la fuente-monumento a Miguel de Cervantes con una altura aproximada de 35 metros. El monumento representa a Don Quijote a lomos de su caballo Rocinante, junto a su fiel escudero Sancho Panza montado en su asno. Detrás aparece un obelisco en cuya base encontramos sentado sobre un pedestal a Miguel de Cervantes, portando en su mano derecha el libro de Don Quijote. Coronando el obelisco vemos una gran bola, que representa el Mundo y alrededor cinco figuras de jóvenes mujeres, una por cada continente, que se muestran leyendo el Quijote.En los laterales hay dos estatuas que muestran a la misma persona, una tal cual la ve Don Quijote, que es Dulcinea del Toboso, a la izquierda y al otro lado quien era en realidad, una campesina, Aldonza Lorenzo.
También podemos ver tallas, que representan escenas de La Gitanilla o de Rinconete y Cortadillo.
En la cara opuesta del obelisco vemos una fuente, y varias estatuas. La situada en el centro representa La Literatura Española, la de la izquierda el Misticismo, y a la derecha el Valor Militar.
Dejando atrás el monumento a Miguel de Cervantes, encontramos otra fuente, "Fuente del Nacimiento del Agua o Fuente de Las Conchas", la cual nos hace recordar la importancia que tuvo el agua en esta zona, anteriormente llamada "Prado de Leganitos", en la que las huertas dominaban estos terrenos.
Se instala en Plaza España en 1969. Fueron dos artistas los que intervinieron en su creación.
Manuel Herreros Palacio se encargó de la parte arquitectónica y Antonio Campillo fue el escultor de las ninfas.