Plaza marca el límite de un proyecto limitado

Publicado el 20 mayo 2010 por Toni_delgado @ToniDelgadoG
Plaza gesticula durante un partido de la fase regular -EFE.
Florentino Pérez entiende que los proyectos deportivos funcionan como los cuadernos de caligrafía, que se escriben con lápiz y se borran con goma. No le importa cambiar las cosas a lo grande y pocos días después de volver a la presidencia del Madrid presentó a bombo y platillo al entrenador europeo más prestigioso, Messina, para devolver a la sección el prestigio y terreno perdido respecto a Barça y Tau. El técnico italiano siempre ha dicho que su proyecto es de varios años y que los títulos no tienen por qué ser inmediatos. Algo que no entienden así desde el club y no concuerda con la gran mayoría de fichajes, de perfil parecido, jugadores curtidos y contrastados. Jugadores ahora confundidos con sus papeles y que están al borde de despedir el curso sin trofeo alguno. Cosas de la vida, Plaza, el entrenador del anterior proyecto, puede ser el encargado de dejar a su ex equipo fuera de la Liga ACB. Está a un paso de conseguirlo después de vencer en Vistalegre con Cajasol por 60-66 en el primer partido de cuartos de los playoffs y tras dejar a su rival en nueve puntos en el último cuarto.
Plaza guió a su equipo hacia el camino que más le convenía: ataques largos, interrupciones, y defensa esforzada, virtudes a las que sumar su inusual acierto en los triples (39%, 9/23) por su 33’7% de la fase regular, cuando perdió ante el Madrid sus dos partidos por exacta diferencia: 20 puntos. Un mundo respecto a lo acontecido en Vistalegre con un Madrid pésimo en los últimos diez minutos, en los que tardó 6m 15s en anotar sus primeros dos puntos. Y lo hizo uno de sus jugadores menos más ignorados durante el curso, Bullock, que con 13 tantos fue el mejor junto a otro poco utilizado por Messina, Reyes (nueve puntos y once rebotes). Cajasol mejoró en los rechaces (su gran déficit hasta entonces, 35 por 26) y un triple de Kirksay (14 puntos) a 1m 48s ponía la máxima ventaja visitante (54-66). Esta vez no hubo ni tiempo ni criterio para otra remontada inimaginable, cuestión siempre de Llull, irreconocible a pesar de sus diez tantos, errático en los triples (1/9). Tampoco tuvo su mejor día Prigioni, con seis puntos y 2/6. Los triples resultaron el mejor síntoma del agobio y la confusión del Madrid y de la buena actuación de Cajasol con Miso como mejor director de juego y Savanovic como finalizador más destacado (19 puntos, seis rebotes para un 28 de valoración). El ala-pívot serbio debería ser un fichaje cotizado este verano.
Radenovic, clave
Más sorprendió la actuación de Radenovic (ocho puntos y tres asistencias), que empató a 41 (a los 24m 36s), a 45 (a los 26m 02s) y puso por primera vez a su equipo en ventaja por 45-47 (a los 26m 55s) después del 13-14 inicial. Un primer cuarto caracterizado por el rebote ofensivo del conjunto blanco (Tomic y Reyes) y la paciencia y desparpajo de Cajasol, además de por el libre albedrío desde más allá de 6’25 de ambos equipos (1/4 de los locales por 2/6 de los visitantes para un parcial de 16-14). El grupo de Plaza mantuvo el tipo al descanso (34-31) y en sus peor momentos sólo cedió por ocho (41-33 a los 22m 13s). Tomic cometería su tercera personal en otros tantos minutos y entre Kirksay, el citado Radenovic y Savanovic revirtieron la situación (51-53 a los 29m 18s).
Confundido y fundido, el Madrid se perdió en triples, malas decisiones y sólo meterís una canasta en juego en todo el último cuarto. Plaza puede ser el encargado de marcar el límite de este Madrid limitado. Y quién sabe si acabar con el proyecto de Messina.