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A pesar de los errores y lo impropio de la denominación, algunos autores – masones y no masones – han cometido el abuso linguístico de referirse a la “religión de la Masonería” ignorando totalmente la cualidad iniciática de la misma que la diferencia, en objetivos y métodos, de una religión sin que ello implique una incompatibilidad en la práctica de ambas. Sin embargo, algunos rasgos análogos pueden haber llevado a emitir juicios apresurados y superficiales a ciertos autores. Entre esos rasgos análogos en cuestión podrían mencionarse las plegarias e invocaciones utilizadas, en las corrientes tradicionales de la Masonería, tanto en la Apertura y Clausura de los Trabajos como en las Iniciaciones. La gran mayoría de dichas plegarias e invocaciones están dirigidas al “Gran Arquitecto del Universo”, al “Todopoderoso” o al “Altísimo”. Sería un tanto simplista afirmar que dichas
plegarias se refieren a “Dios” pues, en realidad, son más específicas que generales. En efecto, el Gran Arquitecto constituye el “aspecto constructivo de Dios” o sea una virtud o cualidad particularmente apropiada para hombres dedicados al Oficio de la construcción y que puedan comprender – con cierta facilidad – que como decía Platón “Dios geometriza”. Las dos denominaciones restantes aluden al Nombre divino “El-Shaddai” del Judaísmo y a otro Nombre divino “El-Elion” también de origen hebraico y que refiere a la institución del sacerdocio cristiano sobre la filiación abrahámica. Estos dos últimos Nombres son utilizados principalmente en ciertos Altos Grados masónicos, mientras que el “Gran Arquitecto”o también el “Gran Geómetra” son denominaciones propias de la Masonería Simbólica.En términos generales, las plegarias e invocaciones son pronunciadas o bien por el Venerable Maestro o por el Orador o Capellán de una Logia o Capítulo.
J.F.Ferro