Y he aprendido cosas negativas porque me he dado cuenta de que nuestro Ayuntamiento no está con el turismo, pues he sufrido en carne propia el no poder visitar el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Museo Taurino o el Julio Romero de Torres, entre otros, al encontrarse cerrados por las tardes el sábado y el domingo y durante toda la jornada del lunes todos los Museos Municipales. Algo de lo que se ha hecho eco la concejal del Ayuntamiento de Córdoba, Elena Martínez – Sagrera, denunciándolo y preguntado al Equipo de Gobierno sobre esta situación. Y suerte que el Cabildo Catedralicio todavía gestiona la Mezquita Catedral, y esta ha abierto sus puertas mañana y tarde durante estos días, porque no sé qué habría pasado si ya se hubiera expropiado… Una situación que no debería volver a repetirse, porque Córdoba no se puede permitir el lujo de que sus atractivos turísticos estén a medio gas durante un puente tan importante para el turismo y, por lo tanto, para la economía cordobesa. La imagen que ha dado la Ciudad a muchos de sus visitantes ha sido pésima, pues han sido muchos los que se han visto literalmente con las puertas en las narices. Y todo porque se piensa más en el empleado público que en el turismo, en el que nos visita, el que, al fin y al cabo, hace que muchos negocios sobrevivan y muchas familias salgan adelante. Espero que sea la última vez que las calles de Córdoba están llenas de turistas y sus monumentos cerrados.
Y he aprendido cosas negativas porque me he dado cuenta de que nuestro Ayuntamiento no está con el turismo, pues he sufrido en carne propia el no poder visitar el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Museo Taurino o el Julio Romero de Torres, entre otros, al encontrarse cerrados por las tardes el sábado y el domingo y durante toda la jornada del lunes todos los Museos Municipales. Algo de lo que se ha hecho eco la concejal del Ayuntamiento de Córdoba, Elena Martínez – Sagrera, denunciándolo y preguntado al Equipo de Gobierno sobre esta situación. Y suerte que el Cabildo Catedralicio todavía gestiona la Mezquita Catedral, y esta ha abierto sus puertas mañana y tarde durante estos días, porque no sé qué habría pasado si ya se hubiera expropiado… Una situación que no debería volver a repetirse, porque Córdoba no se puede permitir el lujo de que sus atractivos turísticos estén a medio gas durante un puente tan importante para el turismo y, por lo tanto, para la economía cordobesa. La imagen que ha dado la Ciudad a muchos de sus visitantes ha sido pésima, pues han sido muchos los que se han visto literalmente con las puertas en las narices. Y todo porque se piensa más en el empleado público que en el turismo, en el que nos visita, el que, al fin y al cabo, hace que muchos negocios sobrevivan y muchas familias salgan adelante. Espero que sea la última vez que las calles de Córdoba están llenas de turistas y sus monumentos cerrados.