Las conclusiones proceden de un análisis a 300 sujetos a los que se les tomaron fotografías de ambas orejas, clasificándolas según las características del pliegue (bilateralidad, inclinación, longitud y profundidad) y posteriormente se estudió la historia clínica para relacionar a aquellos que tenían antecedente de enfermedad cardiovascular (infarto o ictus). De los sujetos estudiados, el 31% presentó PDL.
Tras estudiar a estos pacientes pudieron ver que, de los pacientes con antecedentes de accidente cerebrovascular, el 48,9% presentaba este pliegue -un 27,8% en aquellos sin antecedentes de ictus-. Entre los sujetos con antecedentes de infarto, un 45,8% mostraba este pliegue, tasa que se reducía a la mitad -un 28,2% en aquellos sin infarto.
El pliegue considerado como marcador de enfermedad cardiovascular es aquél cuya inclinación tiene 45º en ambas orejas. La oreja es, junto con la nariz, el único órgano que crece a lo largo de toda la vida, por lo que cuando una persona padece enfermedad arterioesclerótica también sufre pequeñas lesiones vasculares en diversas zonas. En el caso de producirse estas lesiones en la oreja, se origina un crecimiento desigual fomentando el pliegue.Lo que muestran estos resultados es que la forma del lóbulo de la oreja puede indicar al médico a simple vista que la persona podría padecer una enfermedad cardiovascular o múltiples factores de riesgo cardiovascular. Por lo tanto, a todas aquellas personas que presenten el pliegue y no hayan sido diagnosticadas de enfermedad cardiovascular, se les recomienda que se realicen un chequeo, porque es muy probable que sean hipertensos, diabéticos o hipercolesterolémicos y, por lo tanto, necesiten tratamiento para controlar estos factores de riesgo y prevenir así complicaciones cardiacas futuras.Fuente: Jano
PD: Ojo, esto no significa que el que no lo tenga esté exento de riesgo.