Plusvalía: Tu Patrón Vive Mejor Que Tú Por Tu Trabajo

Publicado el 10 septiembre 2018 por Carlosgu82

Hay una palabra relacionada con la política muy usada por personas de izquierda radical, la cual se refiere a la cantidad de dinero que genera un trabajador pero que luego se quedará la empresa para la que trabaja o su patrón.

Como se adivina por el título, hoy vengo a hablar de la plusvalía.

Esta es una de las primeras cosas que vieron los pensadores marxistas (empezando por el propio Marx) y puede que hasta algo antes. Y es que desde el momento en el que un empleado pasa de ser un trabajador a ser un coste fijo ya se entiende que la cosa muy bien no puede ir.

Todo se intensifica con las empresas grandes, tanto si están produciendo en países en los que la legislación les permite abusar (aún) más tanto de la población, a la que tienen cobrando un sueldo mísero, en condiciones pésimas y rodeada de productos altamente nocivos para la salud y que son reemplazadas sin más cuando mueren, a veces llegando hasta la mano de obra infantil, como al medio ambiente, enviando al aire toda serie de gases tóxicos entre otras cosas.

El imperialismo no ha dejado de existir, sólo ha cambiado de nombre.

Pero que eso pasa es algo que a día de hoy prácticamente nadie desconoce. Alguna gente sabe más cosas o se interesa más por el tema y otra menos… pero siempre llega un momento en el que giramos la cabeza o directamente nos tapamos los ojos. Y eso queda relegado siempre a un segundo plano, como mucho mencionado en alguna conversación muy de vez en cuando.

De lo que voy a hablar no es de eso, sino de todo lo que el capitalismo le quita a la clase trabajadora en países democráticos.

La plusvalía, por explicarlo algo mejor que antes, es la diferencia entre el valor de la capacidad de trabajo y el valor de venta del producto o servicio. Es decir, por poner un ejemplo con números pequeños y reducido al absurdo, este artículo está generando un beneficio (obviamente bajo) a la página de NoCreasNada y yo no estoy percibiendo ni un céntimo.

Ahora voy a poner un ejemplo con más sentido y pensando en un trabajo asalariado con un sueldo fijo. Un dependiente de una tienda gana, por decir algo, unos 800€ al mes.

Pongamos que, en un mes ha generado 7.000€ a la empresa para la que trabaja vendiendo los productos de la tienda donde trabaja. Con estos 7.000 me refiero a los que gana la empresa después de haber explotado de igual forma o incluso mucho más fuerte a quienes fabrican sus productos. Y también sin contar lo que ha pasado con la gente que ha extraído y la que ha transportado los materiales, y un más o menos largo etcétera de cosas que ha habido antes.

La diferencia entre lo que ha generado la empresa contando sólo el trabajo de ese señor y lo el trabajador ha ganado son 6.200€. Casi el 800% de plusvalía.

Obviamente, este ejemplo está lleno de agujeros y no es ningún caso de contabilidad real, pero lo que quiero decir es que el trabajador está trabajando por sólo una parte (de hecho, una parte pequeña) de lo que está generando a la empresa, en la cual hay una o más personas que, sin trabajar 40 horas al día, ganan 80 veces lo que ellos.

Claro que los porcentajes van variando, pero el patrón se repite en prácticamente todas las empresas que existen en el mundo (cuanto más grandes, más se suele notar). El beneficio del empresario viene de la explotación del trabajador, no de la mercancía.

Ah, y lo más gracioso no es eso.

Esa persona tan rica que se está lucrando con el esfuerzo de otros no va a pagar NUNCA más de la mitad de lo que ha ganado en impuestos, y encima se va a quejar de que paga demasiados.

Y el trabajador le va a hacer caso, y va a votar a partidos (de derechas) que ayuden a las empresas y a los ricos aunque esto conlleve recortes y les perjudique a ellos mismos. Y luego se van a quejar de las consecuencias sin ver las causas. Y, sin duda, volverán a caer.

¿Y por qué? Pues porque algunos trabajan tantas horas cada día que no tienen ni tiempo para reflexionar y pensar en estos temas, otros quieren ser ellos los burgueses (y creen que así lo conseguirán) y otros simplemente porque quieren que su jefe esté lo mejor posible porque creen que eso va a evitar que pierdan el trabajo.

A estos últimos les voy a decir que la economía capitalista funciona en ciclos que consisten en crisis, depresión, recuperación y auge. Recuperaciones y recesiones. Por lo que el momento en el que la economía vuelva a colapsar va a volver a llegar.

Bueno, y que las empresas tienen, después del inicio, el crecimiento, la madurez y puede que algunas reestructuraciones, un declive. Y eso las que llegan a la segunda o a la tercer fase.

Es importantísimo que los trabajadores vayan empezando, aunque cueste, a coger conciencia de clase (y no en sí sino para sí, cosa de la que ya hablaré en un futuro). Tantos millones de personas no mueren de hambre, enfermedades curables, ingesta de agua no potable y otras razones del estilo por casualidad. Tanta gente no se queda en la calle, no puede pagar ni las facturas, no puede ni vivir si no es compartiendo piso y otras cosas que forman parte de nuestra realidad y de nuestro día a día porque así es el mundo y ya.

Nuestras cadenas no se van a romper solas, y ayudar a las personas que nos tienen prisioneros (que algunas de ellas tienen más capital que países enteros y no precisamente pequeños) a seguir creando desigualdad no nos ayuda de ninguna manera.

Si queremos democracia, justicia social y una vida digna para todo el mundo, pido que luchemos activamente por ellas o, si nos es imposible por razones como la dependencia económica, animemos a y votemos a favor de quienes sí lo hacen.