BOGOTÁ, Colombia – ACNUR manifiesta su creciente preocupación por la situación de vulneración a los derechos humanos que está sufriendo la población indígena de Juradó, Chocó, desde el 26 de abril. Más de 1.600 indígenas de 10 comunidades Embera y Wounaan son víctimas de desplazamiento forzado y confinamientos, según información de autoridades locales y organizaciones indígenas.
La emergencia se presenta en el norte del municipio de Juradó, en la frontera de Colombia y Panamá, como consecuencia de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales y su presencia en los territorios indígenas.
A la fecha seis comunidades (914 personas) se encuentran desplazadas y cinco comunidades más están en situación de confinamiento (729 personas). Del total de esta población, 263 son niños y niñas menores de 5 años. Aunque la respuesta de las autoridades locales y nacionales se ha activado, las dificultades de acceso, la persistencia del conflicto y las intimidaciones son un obstáculo para brindar asistencia humanitaria de manera inmediata. Adicionalmente, se mantiene el riesgo de enfrentamientos, lo que podría generar el desplazamiento de otras comunidades.
ACNUR hace un llamado a adoptar con urgencia todas las medidas necesarias para garantizar la protección de la población civil de Juradó, Chocó. El Derecho Internacional Humanitario es imperativo en el sentido de garantizar la protección de la población civil en medio del conflicto armado.
Es prioritario brindar la debida asistencia humanitaria a la población afectada y para ello es vital reforzar la capacidad de las autoridades locales en esta tarea. Es importante asegurar que la atención que reciban las comunidades corresponda a sus necesidades y se aplique el debido enfoque diferencial.
La situación de Juradó se suma a la preocupación de ACNUR por el incremento del desplazamiento masivo y confinamiento en varias regiones del país. Según cifras oficiales, en lo corrido del año y hasta el 1 de abril, casi 6.000 personas han sido víctimas de desplazamientos masivos y más de 10.700 personas han resultado afectadas por confinamientos en 4 departamentos.
ACNUR seguirá monitoreando la situación, coordinando acciones con las organizaciones humanitarias en el terreno, colaborando con las instituciones del Estado para atender esta situación y acompañando a las poblaciones afectadas.