Según los últimos "pedigüeños" cubanos, para ellos: "los cuidados médicos han sido difíciles de procurar – una mujer que recibió tratamiento contra el cáncer en Cuba y ahora tiene dolores no pudo conseguir una cita con un médico hasta el año que viene – y algunos de los recién llegados no han podido asistir a seminarios para hallar empleo porque no hay dinero para el transporte.
Como era de esperarse uno de los grandes problemas que confrontan los expresos es el de la plata: "El dinero prometido para gastos de 49 euros al mes, alrededor de $70, no se les entregó hasta la semana pasada. De igual modo, los 177 euros prometidos para ropa sólo se les han entregado a algunos de los recién llegados".
“Nos están tratando como unos simples inmigrantes”, dijo Erick Caballero, uno de los reclamantes.
Por lo menos, los expresos cubanos debían agradecerle a las autoridades españolas que no los estén tratando como lo que realmente son: simples mercenarios o delincuentes.
Y que se sepa, hasta ahora, ninguno de ellos ha sido víctima de la "actuación policial", por reclamar sus derechos, como es el caso de los acampados de Barcelona.