Es increíble como las agujas del reloj van pasando,
nunca las noto, es extraño,
incluso cuando me rodea un silencio infinito,
no las noto.
Pero hay veces, raras veces, que las escucho,
fuera hay mucho ruido, pero hay aún más dentro, y a pesar de ello, las escucho.
Me hablan, pero no contesto,
las escucho y dejo que se adentren en mi cabeza, donde todo pasa o nada, no lo sé.
Es increíble como las agujas del reloj van pasando,
yo sigo aquí, esperando a que me hablen mientras tú sigues allí,
dando la vuelta a tu reloj de arena, dando la vuelta a mi mundo,
y, a pesar de ello, sigues sin dejar rastro, y yo,
sigo sin encontrarte.
“No quiero eternas noches de verano,
prefiero las noches de invierno.
No quiero calientes tazas de café,
prefiero las interminables tazas de té.
No quiero tener más amigos que nadie,
prefiero tener a los que están a mi lado siempre.
No quiero guiarme por los números pares,
prefiero la imperfección de los impares.
No quiero estar bajo unas normas ridículas sin pies ni cabeza,
prefiero vivir a mi bola sin tener en cuenta prejuicios absurdos.
No quiero formar parte de todo esto, prefiero formar parte de tí.”