Antes no podía escuchar podcasts sin hacer nada, me distraía y me parecía estar perdiendo el tiempo igual que cuando me desmayo los fines de semana frente a una peli alemana de sobre mesa en la que una cirujana cardiaca que vive en una casa ideal y está liada con otro cirujano canadiense se enamora por error de su nuevo vecino artista gay y acaban teniendo un hijo juntos. Es una pérdida de tiempo que hay que tener de vez en cuando para seguir siendo humano pero que no se puede convertir en una rutina porque entonces te quedas sin riego cerebral. Escuchar los podcasts sin hacer nada más que estar tumbada me parecía no tan grave como lo de la cirujana pero sí una pérdida de mi valioso tiempo ¿Por qué escuchar solo cuando al mismo tiempo podía estar haciendo bici estática, ordenando el armario, paseando, planchando o rastrillando? Pues ya sé la respuesta: porque sí. Señores, en esta vuelta a los días iguales puedo pasarme horas tumbada mirando por la ventana y escuchando podcasts sin parar. Y no me siento culpable, ni tengo la menor sensación de estar perdiendo el tiempo: me estoy curando. (Quizás debería pedirle a Ximena una ilustración nueva, conmigo en plan dama de las camelias, postrada en un sofá para ilustrar estos posts)
El último episodio, el que salió ayer, se titula Al otro lado y trata sobre la frontera entre México y Estados Unidos y los inmigrantes que intentan cruzarla, los voluntarios que tratan de ayudarles a que no mueran y las fuerzas del orden que se dedican a impedir su entrada. Como complemento perfecto a ese episodio, os recomiendo también el último de The Cut, con mi querida Avery Truefelman, que se titula THE BORDER PATROL I KNOW en el que una reportera entrevista a un agente de la frontera. Son dos personajes antagonistas, con posturas completamente diferentes respecto a la inmigración y al trato que debe darse a las personas que intentan cruzar pero que, sin embargo y en contra de lo que estamos acostumbrados últimamente, charlan sobre sus posturas intentando entenderse. Es descorazonador escuchar como el agente justifica sus acciones "porque es la ley" pero entiendes su postura, su dedicación a su trabajo aunque te gustaría que fuera otro o que dijera "yo no quiero hacer esto" o, como en las pelis, "en realidad les ayudo jugándome mi puesto". Pero la frontera no es una película, es una realidad en la que mueren miles de personas.
¿Qué más recomiendo?
Duración: Una hora, obvio.
Pista: es un podcast perfecto para meterte en la cama y escucharlo con la luz apagada, recordando cuando te leían cuentos hasta quedarte dormido (si tuviste esa suerte). Para empezar voy a recomendar el episodio sobre una de mis novelas más favoritas del mundo mundial, El último encuentro de Sandor Marai.
Que levanta la mano quien no sepa quién es Mandy Patinkin y abandone sin mirar atrás este blog. Mandy Patinkin es actor, cantante, Iñigo Montoya, Saul Berenson, Avigdor y un señor maravilloso casado con una señora maravillosa con gafotas gigantescas que está haciendo este año mejor para todo el mundo. Durante el confinamiento, uno de sus hijos se fue a vivir con ellos y empezó a grabarles en su día a día y a subir los videos a twitter. Han bailado, cantado, discutido, y han hecho muchísimo trabajo de apoyo a Biden y a candidatos demócratas en las elecciones. Si alguna vez vuelvo a vivir con un hombre quiero ser como Mandy Patinkin y señora, exactamente igual y tener una casa parecida. En este episodio de The Axe Files with David Axelrod entrevistan a Mandy que, repito, es un señor maravilloso que además cuenta las cosas muy bien. Habla de su vida, de su familia, de como su madre jamás le dijo "hijo mío, qué bien has hecho esto" (me suena), de sus inicios de como actor, de como conoció a Barbra Streisand, de La Princesa Prometida, del encuentro con su adorable esposa, de Homeland y los campamentos de espías que hacían y de un montón de cosas más. Es una conversación muy interesante que merece muchísimo la pena.
¿Qué más? Un podcast australiano de llorar y no parar. A veces hacen falta estas cosas. Goodbye to all this es la historia de Sophie Townsed y la muerte de su marido, Russell por un cáncer. Lo sé, el tema es para salir corriendo pero Sophie lo cuenta muy bien, con una delicadeza y una sensibilidad que te pone los pelos de punta y te salta las lágrimas desde el primer momento. Sophie susurra con un acento australiano bastante cerrado como era su relación con Russell, su vida con él y sus dos hijas pequeñas y como él empezó a estar muy cansado, débil y una pequeña luz de alarma se encendió en su interior. El proceso completo de diagnóstico, negación, terror, enfermedad, la relación con las niñas, verbalizarlo al exterior, asistir al final, el luto, la imposibilidad de avanzar, de ausencia, de sentir que nadie la entendía, todo está contado con una crudeza íntima que desarma y a la vez tranquiliza porque hace real algo en lo que la mayoría no queremos pensar ni un segundo.
La producción es sencillísima, acorde con la narración, pero llena de pequeños detalles sonoros: el viento, una puerta, un timbre, una cucharilla, una música leve que dan textura a la historia, que la situan en una realidad cotidiana. La mayor parte de la narración está en la voz de Sophie, como ya he dicho muy peculiar, con pequeñas intervenciones de gente cercana a ella que dan su punto de vista sobre como estaba Sophie, como fue un determinado acontecimiento: su madre, su mejor amiga, las madres con las que tomaba café al dejar a las niñas en el colegio, etc.
Es un podcast de llorar, aviso pero merece mucho la pena.
Podcast: Goodbye to all this. Duración: media hora escasa cada episodio. Pista: hay que empezar por el primero, para mí el que más vértigo da, cuando todo en tu vida está bien y de repente deja de estarlo y tienes un impulso irrefrenable de que la vida no sea como es, quieres volver atrás en el tiempo, no llegar a ese momento en el que todo se rompe, no vivirlo, no saber.
¿Os da miedo volar? ¿Os flipan los aviones? Da igual, me apuesto las dos manos a que todos alguna vez habéis mirado las instrucciones de seguridad plastificadas (por cierto, ¿ahora en pandemia siguen estando?) de los aviones y habéis pensado: esto es una chorrada que no sirve para nada y ¿por qué harán los dibujos tan feos? Yo confieso que he hecho las dos cosas y hasta escribí un post al respecto hace muchísimos años. Como nunca te acostarás sin saber una cosa más que te haga darte cuenta de que eres idiota en In the Unlikely event este episodio de uno de mis podcasts favoritos 99% invisible, hablan justamente de esas instrucciones, de su historia, cuando comenzaron a hacerse, qué sentido tienen y lo más alucinante de todo: está comprobado estadísticamente que tus posibilidades de supervivencia en un accidente aéreo están directamente relacionadas con el hecho de que las hayas leído y memorizado. En el episodio hablan de muchísimas cosas, entrevistan incluso a los principales diseñadores de esos monigotes y cuentan la historia del peor accidente de aviación de la historia, el que ocurrió en el aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife. Lo más impactante es la cantidad de gente que murió en ese accidente no por la colisión, sino porque se quedaron petrificados en sus asientos sin saber salir. Escuchad el podcast y, por favor, leed las instrucciones de seguridad.
Mi última recomendación por hoy es un episodio de 2018 de This American Life. This American Life es el decano de los podcasts en Estados Unidos y su estilo y el de su presentador Ira Glass han marcado a cientos de periodistas y podcasters. Sara Koening, autora de Serial, el podcast que marca el comienzo de la Edad de Oro del medio trabajaba con Ira Glass antes de eso. El caso es que This American Life cumple veinte años y están recuperando los mejores episodios de estos años elegidos por el propio equipo. Que entre más de setecientos episodios te escojan los mejores es un trabajo que se agradece. El que os recomiendo hoy para finalizar esta sección se titula Rom-com (Romantic Comedies) y trata sobre eso, sobre las comedias románticas, porqué nos gustan y al mismo tiempo nos cuentan varias historias de amor que podrían haber sido perfectamente guiones de comedias románticas de Hollywood. Es un episodio precioso, lleno de amor, de comedia, de placer culpable y diálogos de Cuando Harry encontró a Sally, la quinta esencia del género y como dice uno de los productores "A lo mejor eres buena persona pero si no te encanta Cuando Harry encontró a Sally, yo no puedo salir contigo".
Y ya para terminar de verdad, os recuerdo que De eso no se habla sigue publicando episodios aunque ya quedan pocos para terminar la temporada y que Ay, campaneras se toma un descanso después de veinticinco maravillosos episodios sobre copla e historias de copleras. Estáis a tiempo de engancharos a ellos.
Pues esto es todo por ahora. Como siempre, si escucháis algo, venid a contármelo.