Podemos, cirugía que mata

Publicado el 17 noviembre 2014 por Cronicasbarbaras

Junto con su capacidad expresiva, la popularidad de Pablo Manuel Iglesias Turrión, fundador y líder de Podemos, se debe a que se presenta como “profesor universitario”, lo que provoca admiración entre quienes lo ven como santuario de sabiduría.

Pero es filfla: si tiene usted amistades entre los 120.000 profesores universitarios españoles, o entre los 8.500 catedráticos por oposición, puede ser también profesor y mantener la cadena de favores de la endogamia universitaria, como Iglesias, de vistoso currículo, pero similar al de millares de otros universitarios desempleados por no tener enchufes.

Muchos profesores interinos como él, o como este cronista que le cuenta la verdad, accedieron tras ganar un concurso restringido en la facultad –a veces, ni eso—elaborado específicamente para el ungido, al que su logia ha doctorado previamente y enviado de turismo universitario al extranjero, como hacen los superiores de Iglesias en la Complutense, cuyo rector es José (por Stalin) Carrillo.

Una de las desgracias de la universidad española es su endogamia: familiares que heredan plaza, y profesores compinches, antes franquistas, ahora progresís modelo Podemos, en carreras de elevada subjetividad ideológica, como Políticas.

Es la corrupción más empobrecedora, un gran desastre para el país. La universidad con profesorado al servicio de la mafia ideológica dominante, y no por méritos analizados por jueces neutrales.

Añádase que hay carreras que sólo forman teorizantes que viven del presupuesto, de la labia, pero que no forman creadores de riqueza, sino sosias suyos dependientes del dinero estatal.

Que quieren dirigir la economía de todo un país como Zapatero sin aprender administración casera o de empresa, sin ejercer siquiera en concejalías de pueblo, la EGB de la administración pública.

Estos profesores son tan peligrosos como ese aspirante a cirujano que quiere operarte a corazón abierto siguiendo una página que vio en internet: terminará matándote entre convincentes charloteos de feriantes.

(Vista la mafia endogámica  que lo rodeaba el cronista renunció a seguir como profesor y a vivir del cuento como Iglesias)

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SALAS