¿Podemos cumplir muchos años con salud?

Por Mamucer @MarinaMunozC

– Marina Muñoz Cervera –

Nutrición correcta y actividad física son elementos claves para cumplir años de forma saludable.

Cada año que cumplimos, envejecemos, lo cual no implica que enfermemos, es decir, «envejecer» y «enfermar» no son términos sinónimos, a pesar de que socialmente se entiende así y todos lo vemos como algo normal que nos afectará algún día. Sin embargo, esto no es cierto. Lo que ahora se ve como normal no significa que no pueda ser mejorable porque desafortunadamente existen causas, muchas de ellas de susceptibles de modificación, que están determinando que nuestra ancianidad esté vinculada al término «discapacidad» por múltiples enfermedades crónicas.

La forma en que vamos cumpliendo años depende en gran medida de los hechos acaecidos a lo largo de nuestra vida y muchos de ellos son modificables.

No existe un patrón típico para envejecer, hay una serie de circunstancias comunes que pueden conducir a los mismos resultados, pero cada persona cumplirá años de una diferente.

Hasta ahora, los avances en la medicina en el tratamiento paliativo de enfermedades han conseguido una mayor esperanza de vida, sin embargo, los importantes hallazgos respecto de la repercusión de una nutrición adecuada y un estilo de vida saludable en la génesis de muchas patologías, han cambiado el panorama. Se ha determinado que muchos padecimientos crónicos nacen como consecuencia de una vida sedentaria y/o una mala alimentación que ha provocado malnutrición en cualquiera de sus formas, sobrepeso, obesidad, desequilibrios de nutrientes, carencias, excesos, etc. y que ponen en riesgo nuestro metabolismo.

La OMS ha elaborado un Informe Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud como una necesidad actual de renovar el enfoque de este tema, habida cuenta que la longevidad ha aumentado en la mayor parte de las poblaciones.

El propósito de este organismo con el mencionado informe es agregar «salud» a la «longevidad». Las personas mayores son muy importantes en una sociedad como la actual, pero en la mayoría de los casos, se encuentran aquejadas de enfermedades sobre todo no infecciosas que limitan bastante su calidad de vida y por tanto, su acción dinámica.

Son muchos los factores que influyen para que lo anterior suceda, existe una infraestructura social insuficiente para atender a los mayores. Sin embargo, hay un factor importantísimo que depende de uno mismo y es la salud. Si logramos llegar a envejecer con buena salud, el panorama puede ser bien distinto. Y, si ya somos mayores y estamos afectados por alguna enfermedad crónica, cambiar algunos hábitos puede ayudarnos mucho a cumplir más años con calidad de vida.

El progreso nos ha llevado a vivir más tiempo, pero el Informe de la OMS nos dice que «no hay pruebas sólidas de que las personas mayores en la actualidad gocen de mejor salud que sus padres a la misma edad». Y añade que
«Algunos estudios longitudinales indican una posible disminución de la prevalencia de la discapacidad grave en los países ricos, pero esta tendencia no parece extenderse a la discapacidad menos grave e incluso puede haberse estancado. El panorama en los países de ingresos bajos y medianos es aún menos claro».

Para poner remedio a lo anterior y progresar realmente aún existe la posibilidad de modificar algunas conductas, que tienen una influencia decisiva en la aparición y evolución de las enfermedades consideradas, por desgracia, como propias de la ancianidad.

Por otra parte, es importante saber que aunque la ancianidad o llegar a ser mayores parezca muy lejano para la mayoría de vosotros, cualquier cambio hacia los hábitos, que veremos a continuación, tiene repercusión en breve y largo plazo, luego, no existe una edad concreta para empezar, pero cuanto antes es mejor.

¿Qué podemos hacer para envejecer con salud?

La mayor parte de la morbilidad asociada a la edad avanzada se debe a factores de riesgo no transmisibles y, por tanto, se puede reducir la discapacidad y la carga de enfermedades a través de la adopción de hábitos saludables y el control de riesgos metabólicos.

Actividad física:

Los principales beneficios de realizar ejercicio son los siguientes:

– Aumenta la longevidad, un estudio demostró que 150 minutos de actividad física semanal moderada producía una reducción del 31% de la mortalidad y el beneficio fue mayor en las personas con más de 60 años.

– Preserva la fuerza muscular y la capacidad cognitiva.

– Reduce la ansiedad y la depresión y, a su vez, mejora la autoestima.

– Previene y reduce los riesgos de enfermedades como cardiopatía coronaria, diabetes y accidente cerebrovascular.

– Mejora la respuesta social al fomentar una mayor comunicación intergeneracional y participación social.

La OMS nos dice que «la inactividad física puede ser responsable de hasta el 20 % del riesgo atribuible poblacional de la demencia, y se ha calculado que cada año podrían evitarse 10 millones de casos nuevos en todo el mundo si los adultos mayores realizaran la actividad física recomendada».

Básicamente, todos los tipos de ejercicio son importantes para las personas de edad avanzada, de resistencia, de fuerza, de equilibrio, aeróbicos, etc., sin embargo, los de fuerza y resistencia deben preceder a los aeróbicos, ya que, por ejemplo, caminar, que es el ejercicio aeróbico más común, no parece que tenga repercusión clara en la prevención de caídas y en la obtención de fuerza. De ahí que sea necesario realizar rutinas de equilibrio, fuerza y resistencia antes de emprender el ejercicio aeróbico.

Nutrición:

Si nuestro metabolismo está bien, nuestra salud también lo estará y ese el principal beneficio de una alimentación nutritiva y adecuada a nuestras circunstancias de vida.

Un aspecto muy importante para cumplir años con salud es cuidar la salud bucodental, ya que el metabolismo empieza en la boca con la masticación de los alimentos y, si tenemos dificultades para masticar, podemos poner en riesgo nuestro metabolismo, ya que el mero hecho de tragar la comida en trozos enteros, dificulta la digestión, la absorción de nutrientes y aboca a malnutrición y sus enfermedades asociadas.

Una mala salud bucodental es causa, en muchas ocasiones, de malnutrición en los ancianos, en el sentido de carencia de nutrientes o desnutrición.

El cuidado de nuestra salud bucodental parte de atender a nuestras necesidades de calcio y la higiene durante toda una vida.

Evitar el tabaco y el exceso de bebidas alcohólicas también es importante para evitar enfermedades periodontológicas.

La prevalencia en nuestros mayores de desnutrición, sobrealimentación, carencias de vitaminas y minerales, indican que una mala nutrición es un factor de riesgo susceptible de modificación y que es la base de muchas enfermedades caridiovasculares, problemas cognitivos, algunos cánceres, diabetes, hipertensión y un largo etcétera.

Es necesario mejorar la concentración de micronutrientes como vitaminas, minerales, pero también es importante la ingesta calórica y proteica, así como nuestras necesidades de fibra.

Se ha demostrado que el asesoramiento nutricional individualizado mejora el estado nutricional de las personas mayores en 12 semanas. según refiere la OMS.

Si nuestra nutrición es correcta y practicamos ejercicio físico seremos mucho menos susceptibles a los riesgos de nuestro entorno, vivamos donde vivamos.

Entradas relacionadas:

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El ejercicio físico en los mayores de 65.
Mejor nutrición, mejor vida.

Fuente:

OMS. “Informe Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud”. 2015
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/186466/1/9789240694873_spa.pdf?ua=1

http://www.who.int/ageing/publications/world-report-2015/es/
Imágenes:

– http://www.starmedia.com/imagenes/2013/09/Videojuegos-mejoran-aptitud-mental-de-ancianos.jpg

– La imagen de la Infografía de la OMS ha sido obtenido con un recorte
http://www.who.int/ageing/ageing-infographic-2015-es.pdf?ua=1