¿Podemos llevar plantas del campo a casa?

Por Varhidi @Horticalia

Con la llegada de la primavera las cunetas de repente se transforman en espacios increíblemente coloridos. Esta explosión de color hará  que cualquier aficionado a la jardinería y la horticultura se pregunte si no puede llevar esas planta a su jardín o balcón ¿Y si no es así, a qué se debe?

Las chirivitas(Bellis perennis), unas bonitas plantas silvestres
Photo by Fernando M. M. Ferreira from Flickr

1.Impedimentos legales

Nada te impide recoger una planta silvestre y llevártela a tu casa, nada, excepto los agentes de la autoridad. Aunque nos parezca una tontería,  según la Comunidad Autónoma y la protección del espacio natural donde se recoja la planta, nos podemos exponer a fuertes multas, además de poder estar causando un grave daño ecológico si no sabemos bien qué estamos recogiendo, pues puede tratarse de especies amenazadas o de un gran valor ecológico (como sucede con el acebo).

Suponiendo que no existiesen esas restricciones, por ejemplo porque se trata de un espacio urbano, podríamos  llevarnos una planta silvestre a nuestro hogar. Pos supuesto que sí, pero convendrá tener en cuenta los siguientes condicionantes:

1.Las malas hierbas

El concepto de mala hierba es algo difuso, se considera que una planta silvestre se convierte en mala hierba cuando crece en un lugar inadecuado, inadecuado para los seres humanos, claro. Además, por lo general, estas plantas tienen un gran potencial de reproducción y crecimiento que hace que rápidamente colonicen ese lugar. Es por ello que normalmente son herbáceas de rápido crecimiento, de ciclo anual, y con una alta capacidad de generación de semillas; por ejemplo una planta de verdolaga (Portulaca oleracea) puede producir más de 50.000 semillas en una sola temporada, el amaranto(Amaranthus sp.) más de 115.000, o pueden tener grandes organos de reserva subterráneos que muchas veces hacen casi imposible su erradicación. Por todo esto, deberíamos plantearnos si realmente deseamos introducir en nuestro jardín una planta que la larga puede ser un problema.

Cola de zorro(Amaranthus caudatus)
Photo by Cassey from Flickr

2.Los ciclos

Otra cuestión diferente es que algunas de estas plantas herbaceas son bianuales, una adaptación ecológica muy adecuada para regiones con cortos periodos de buen clima y condiciones extremas el resto del año (principalmente bajas temperaturas). Así, la planta crece un año y florece al siguiente, muriendo después, con lo que así divide su ciclo en dos estaciones benignas. Esta adaptación no deja de ser un problema  a la hora de cultivar la planta en un jardín, pues poca gente tiene la suficiente paciencia para esperar dos años a tener flores en una herbácea.  Sin embarg,o a veces es beneficiosa esta característica como en el caso los cultivos como el perejil o la lechuga en los que lo que queremos es aprovechar la hoja.

Pero como todo en la naturaleza, el ciclo bianual no es una ley inmutable, así que a veces una planta bianual florecerá el primer año,  si una breve mejoría del tiempo hace creer a la planta que ha pasado el invierno, lo que en horticultura suele ser un desastre y en las lechugas y otras plantas comestibles de hoja se conoce como la “subida a flor”.

Por otra parte la mayoría de las bulbosas necesitan del invierno para florecer en primavera, así que si plantamos bulbos pasado el invierno, no florecerán hasta el año siguiente.

Ejemplo de plantas bulbosas: Nazarenos ornamentales (Muscari neglectum)

3.Las plagas

Si bien es cierto que la tierra adherida a las raíces puede aportar parásitos indeseables (principalmente nemátodos) el principal problema está en que muchas herbáceas sucumben pronto a enfermedades y plagas  comportándose en  como vectores u hospedadores intermedios de plagas como los pulgones.

Nemátodos al microscopio
Photo by Snickclunk from Flickr

4.Las variedades

La selección artificial es el proceso por el cuál el hombre acelera la selección natural mediante los cruzamientos seleccionados, es por ello que existen innumerables variedades de animales y plantas domésticas.

Así que prácticamente de cualquier planta que veamos en el campo con flores que merezcan la pena, tienen su equivalente en plantas domésticas seleccionadas artificialmente, pero con virtudes mejoradas; más grandes, flores mas coloridas, capacidad de reflorecer, ciclos más rápidos, y un largo etcétera.

Portulaca grandiflora, una buena alternativa a la verdolaga(Portulaca oleracea)
Photo by Ton Rulkens from Flickr

5.El shock

Cualquier trasplante es una operación traumática para la planta, si bien a la larga puede ser beneficiosa para ella, siempre existe la posibilidad de que la planta muera en el trasplante, sobretodo si no tenemos en cuenta lo siguiente:

  • Bulbos y órganos de reserva subterráneos: Su función es mantener a la planta viva bajo tierra en periodos de clima desfavorable, sobre todo sequía y calor extremo). Extraer una planta bulbosa fuera del periodo de reposo (cuando la planta es invisible para nosotros) va a significar seguramente la muerte de la planta.
  • Respecto a árboles, arbustos y pequeñas matas de plantas perennes: Si vamos a trasplantarlas, habrá que tener en cuenta que es posible que sólo extraigamos las raíces superficiales si no cavamos en profundidad. Estas raíces más viejas superficiales, tienen casi nula capacidad de absorción, con lo que el transpante fallará.
  • Por otra parte hay que tener en cuenta que los trasplantes de árboles y arbustos de hoja caduca se han de realizar en invierno o principios de primavera si son a raíz desnuda (es decir, sólo sacamos la raíz con un poco de tierra adherida), hacer un trasplante de este tipo en verano, probablemente significará la muerte de la planta.

Resumen

Existen numerosos impedimentos que desaconsejan introducir plantas silvestres en nuestro jardín, aunque si eres un hábil horticultor posiblemente podrás sacar la planta adelante sin problemas. Aún así, antes de sacar una planta de su hábitat piensa en todo esto y si vas a ser capaz de mantenerla con vida.