PODEMOS O EL REGRESO A LA ESPAÑA DE LA II REPÚBLICA, por @PepeWilliamMunn

Publicado el 29 septiembre 2015 por Catalega @Catalega
Hoy contamos con una nueva colaboración de José Quijada Rubira, en la que nos habla de la década de los 30 del pasado siglo y de las semejanzas con la actualidad; y la verdad, da que pensar... Como siempre os decimos este Blog está abierto a la colaboración de sus lectores.
“Si este Gobierno, entregado a las derechas, no rectifica, serán estas Juventudes las que asalten el poder, implantando su dictadura de clase…”. Esta frase fue pronunciada por Santiago Carrillo el 14 de septiembre de 1934, pocos días antes del fallido golpe de Estado de la izquierda en octubre. Es decir, que “El cielo no se toma por consenso, sino por asalto” del líder de Podemos, Pablo Iglesias, ya lo había manifestado el genocida de Paracuellos 80 años antes, como obediente alumno a los dictámenes del Komintern (la Internacional Comunista) de la misma manera que Pablo Iglesias sigue ahora las directrices marcadas por el populismo marxista de Maduro (antes Chávez), Castro, Evo Morales y demás garrapatas paleocomunistas. Y el asalto al cielo o al poder, que viene a ser lo mismo, es sólo una de las múltiples similitudes entre Carrillo y Pablo Iglesias, entre el PCE-PSOE y Podemos, vidas paralelas, casi idénticas, con 80 años de diferencia. No en vano, Carrillo era amigo de Álvarez del Vayo, socialista partidario de la bolchevización del PSOE (como Carrillo) y que sería el primer presidente del grupo terrorista FRAP, organización criminal a la que pertenecía el padre del coletudo demagogo Pablo Iglesias. Veamos algunas de estas muchas semejanzas entre los dos líderes marxistas: -El viaje a la Unión Soviética de Carrillo era uno de los ritos de paso fundamentales en la estrategia de seducción estalinista, con abundante avituallamiento en el tren y mucho caviar. Una vez en Moscú, alojamiento en un hotel lujosamente amueblado al más puro estilo burgués del XIX, cenas “pantagruélicas” (así las definió Carrillo) y visitas al teatro Bolshoi. Cuando el genocida de Paracuellos está en Moscú, Ucrania sufre las consecuencias del Holodomor, la hambruna propiciada por el régimen soviético para expropiar las tierras a los campesinos ucranianos, muriendo de hambre entre siete y diez millones de personas en los años 1932 y 1933 por una decisión política perfectamente consciente. El parecido con los viajes de Podemos y sus líderes a Venezuela, con despacho (al lado de Chávez) para Monedero en el palacio de Miraflores, la financiación, el adoctrinamiento y la vida lujosa mientras el pueblo venezolano no tiene ni para papel higiénico y mal vive en la miseria y el terror, es total. -Tras esta excursión iniciática al estalinismo, Carrillo es el alfil de Moscú, el hombre fuerte elegido para radicalizar las juventudes y unir a socialistas y comunistas y por eso nacen el 1 de abril de 1936 las Juventudes Socialistas Unificadas, que se adhieren como “simpatizantes” a la Internacional Juvenil Comunista, marcándose como objetivo la unificación de los partidos obreros bajo la órbita de Moscú. Y quien no se incline a sus directrices será exterminado, como ocurrió con el POUM de Andrés Nin y el ala izquierda de la CNT. Otra afinidad con Podemos Y Pablo Iglesias, que han desmantelado casi por completo a Izquierda Unida y, cada vez más, tiene en sus manos al PSOE con sus pactos en autonomías, ayuntamientos y diputaciones. -Carrillo nunca dejó de comulgar con la doctrina más totalitaria y genocida del siglo XX pero como quiebro táctico y para atraer almas cándidas, usaba mucho las palabras libertad y democracia, algo típico en Podemos y sus líderes que no dudan en el uso de un lenguaje moderado, siempre retórico y rutinario, con la falsedad por lema y la cursilería huera como destino, bombardeando con notas a los medios de comunicación y redes sociales, arrogándose como los únicos portadores de las libertades y de la verdad, de la misma forma que, en la guerra civil española, tras asesinar a miles de civiles en las sacas, mandaban notas a la Sociedad de Naciones y a las naciones democráticas alardeando de demócratas y luchadores por la libertad. Y las palabras que dijo Pablo Iglesias en enero de 2015, comparando a Podemos con el levantamiento del pueblo español el 2 de mayo de 1808 contra los franceses, ya lo hacía la voz aguda de la Pasionaria en 1936, en la radio, donde comparaba a los milicianos con los chisperos del Dos de Mayo, pidiendo venganza para los traidores. Como dos gotas de agua, sin ninguna duda. -Octavillas contra el Rey: “Lo verás, pueblo español, colgadito de un farol”; insultaban a la Reina y a las Infantas; tiraban los bustos del Rey, de la misma manera que ahora Ada Colau en el ayuntamiento de Barcelona. Profanaban e incendiaban conventos e iglesias (Sánchez Albornoz y su frase “Más vale la vida de un republicano que todos los conventos de España”), se mofaban de las procesiones católicas y perseguían a los católicos, de ahí el “Arderéis como en el 36” y “Hay que quemar la Conferencia Episcopal” de la concejala de Madrid Rita Maestre, esa miembra roja-progre. Se señalaba al que discrepaba de sus ideas como ahora hacen con la web “Versión Original” del ayuntamiento de Madrid, y Errejón (el núcleo irradiador) que ya avisaba en 2012: “Empecemos a señalar a los medios”. Los nombres de las calles eran cambiados (igual que Carmena), los teatros ya no se llamaban “Reina Victoria”, “Infanta Isabel” o “Príncipe Alfonso” y la vieja ópera monárquica se inmovilizaba. Las banderas republicanas ondeaban al compás del himno de Riego y chocaba a la vista los estancos con su bandera tricolor tras tantos años con los colores rojo y oro. Todo estos aconteceres son casi calcados de lo que perpetra Podemos y sus aliados. Así describe Agustín de Foxá, en su magistral “Madrid de corte a checa”, la llegada de la II República: “Era el símbolo de los mediocres en la era gloriosa de la revancha. Un mundo gris y rencoroso de pedagogos y funcionarios de correos, de abogadetes y tertulianos mal vestidos, triunfaban con su exaltación”. “Olían las calles a sudor, a vino; a polvo y gritos. Pasaban los camiones con hombres arrebatados, enronquecidos, en mangas de camisa, y las golfas de San Bernardo y de Peligros, con los pechos desnudos, envueltas como matronas de alegoría en las banderas tricolores y rojas. Era el día de los instintos sueltos”. Una auténtica descripción de lo que acontece ahora. Podemos nos trae el terror del Frente Popular y de la II República, la desmembración de España y la negación de toda su historia, su civilización y tradiciones para imponer un régimen marxista, como ya intentaron en 1936. Sus petulantes vaciedades históricas de charlatanes de mostrador y rebotica obnubilan a pazguatos, rencorosos e ignorantes. Son “líricos del odio y polemistas de la venganza”, que diría Foxá.
Decía Ramiro de Maeztu en su monumental “Defensa de la Hispanidad”: “Sacudir las cadenas; abatir los obstáculos tradicionales; la piqueta demoledora; la tea incendiaria. ¿Es posible que haya habido en el mundo espíritus cultivados que proclamaran que éstos son los modos y las herramientas del progreso?”. Y esto lo escribía en 1934 y parece hoy mismo. Don Ramiro pagó con su vida esa barbarie marxista el 29 de octubre de 1936, en las tristemente célebres sacas de Aravaca de la Cruz, Torrejón de Ardoz y Paracuellos donde el marxismo redentor de la humanidad dio rienda suelta a lo que ellos denominan “libertad” y “democracia” fusilando a diez mil civiles inocentes (entre ellos mujeres, ancianos y niños) en poco más de un mes, con Santiago Carrillo consejero de Orden Público. La historia se repite, lamentablemente.