PODEMOS: ¿Un espejismo político?

Publicado el 02 febrero 2015 por Peterpank @castguer


MEDIOCRITAS IMPERATIX MUNDI

¡Qué país, qué paisaje… y qué paisanaje!
Miguel de Unamuno

La larga crisis económica, que no sólo afecta a nuestro país, y la corrupción sistemática de la vida política y social de la que tomamos noticia todos los días a través de los medios de comunicación de masas (a pesar de ser estos mismos un vector básico de corrupción) junto con el consecuente descrédito de los gobernantes electos constituyen el inquietante escenario donde la aparición de una nueva formación política ha tomado visos de tragedia para unos y de manifestación visible de esperanzas mesiánicas para otros.

Tanto los orígenes como el devenir mediático, el programa político ofertado y la circunstancia electoral de PODEMOS y sus líderes son analizados con atención por Asís Timermans en su libro: ¿Podemos? (Última Línea, Madrid, 2014). Escrito con claridad y buena fe, cosa rara en nuestro panorama cultural (no menos envilecido que el entorno en el que se desarrolla), abarca la génesis del fenómeno manifestado en las pasadas elecciones europeas (mayo 2014) junto con sus peculiares orígenes universitarios y mediáticos, culminando con un análisis nada acomplejado tanto de los protagonistas como de sus presuntos objetivos. El mayor lastre que veo a la obra es su perspectiva electoralista, aunque no tengo nada que objetar, en principio, a su simpatía por CIUDADANOS, que a mi juicio restringe bastante la posibilidad de comprender el fenómeno en su complejidad. Y aunque el autor señala en varios lugares las posibles conexiones con las cloacas del Estado (nuestros servicios de Inteligencia) en la génesis, desarrollo, reconducción e incluso posible supresión o neutralización futura del fenómeno, no profundiza en estos aspectos. Ni que decir tiene que tampoco se afrontan las posibles conexiones internacionales, al margen de las conocidas y no por ello inexactas (ni faltas de interés como nos aporrean mediáticamente determinados desinformadores) relaciones de financiación con el tiránico régimen venezolano o la distopía cubana. Esta última tan grata al insignificante Willy Toledo como al repulsivo David Rockefeller (este último, por cierto, con lacayos más que cualificados situados en posiciones estratégicas desde hace mucho tiempo en nuestro país).

Pero los límites del lenguaje son también los límites del mundo y esto no sólo afecta a los doctrinarios y oportunistas actores de la cúpula de PODEMOS sino, en general, a una ciudadanía formada en nuestra democracia, ya con más de treinta años a cuestas, afectada de raíz por uno de sus máximos logros: la inmersión en la barbarie cultural mediante un proceso acelerado de americanización y de izquierdización de la mayor parte de la población. Dos vectores del igualitarismo disgénico contemporáneo que sirve a los intereses y objetivos de una elite degenerada y vetusta, cuyo único objetivo es acumular riquezas y años de vida. Quien piense que esto (USA e izquierdismo) es incompatible, que respire con profundidad y reflexione. Nada es lo que parece y la mayor parte de las oposiciones aparentes son sólo cortinas de humo y espejismos. En el escenario: todo tipo de simulacros personificados focalizando la atención del populacho, al que se mantiene aherrojado como nunca lo ha estado. La época del biopoder es también la era del control mental y de la guerra psicológica. En Política todos somos juguetes. Y no del azar…

Hablamos de gente-falacia de la que son perfectos ejemplos: nuestra nueva Reina, Jordi Évole o el líder de PODEMOS. Una generación, todo lo digital que se quiera, en la que la mediocridad es tan grande como la autocomplacencia que practica, forjada en un mundo donde la manipulación y el engaño se han convertido casi en ciencia exacta. Hemos pasado de Mario Conde a Pablo Iglesias y no hemos mejorado nada sino todo lo contrario. En el camino, es ley de vida, se han quedado: Polanco, Botín, Isidoro Álvarez, la dueña de Zara que a su manera tierna y solidaria subvencionaba el 15M (tan de izquierdas ella) e incluso, en cierto modo pues aún respira, nuestro ejemplar comisionista petrolífero y antiguo Jefe del Estado: JCI, Lola Flores…

Parafraseando a Don Antonio García Trevijano, que los ha calado de inmediato (a los de PODEMOS), son gentuza, muchísimo peor que los González, Zapatero, Aznar o Rajoy…

Los dos pilares de PODEMOS, fuente y origen de su despliegue, son la Universidad Complutense de Madrid (Campus de Somosaguas) y la Televisión.

El contumaz demagogo (eso sí: con Premio Extraordinario de Fin de Carrera), calificado por muchos de “buen comunicador y mente incisiva”, que responde al nombre de Pablo Iglesias Turrión, vino a la vida en 1978, en una familia de clase media a la que calificar de estalinista no haría injusticia alguna.

Pocos países han experimentado en las últimas décadas un declive más marcado en la calidad de su enseñanza Universitaria y Secundaria que el nuestro, en gran medida gracias a las reformas del PSOE; no siendo precisamente conocida la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología a la que nos referimos (y de cuyas madrigueras han salido a la luz nuestros Profesores, porque PODEMOS es un partido de Profesores) por la calidad de sus aportaciones cognitivas o humanas. Por eso cuando se leen frases como esta atribuida al Gran Tertuliano: Jamás podrá soñar Cambridge con un espacio de producción de conocimiento como nuestra facultad de Madrid, lo único que uno puede hacer es sonreír para evitar más eficazmente vomitar.

Sobre la Televisión no hay cosas mejores que decir; su nefasta influencia en las democracias ha sido destacada por Karl Popper o Giovanni Sartori, aunque el inefable Felipe González, mucho antes que Berlusconi, la recomendara encarecidamente durante su mandato de más de una década: No lean periódicos vean la televisión.

Curtido en plataformas intelectual y estéticamente tan meritorias como Tele K o el canal en español de la repulsiva dictadura iraní (Hispan TV), nuestro pequeño Nicolás de la extrema izquierda saltó, a través de sus inefables debates en Intereconomía, a ámbitos de emisión masivos posibilitados por la Cuatro o la Sexta entre otras.

En su lenguaje rancio y atrofiado: Concluimos que la televisión es el principal instrumento de producción ideológica (PIT dixit). O, más cerca de la ignara plebe a la que va dirigido el medio audiovisual en general en nuestra peculiar zombicracia: Si sales en televisión te conocen, si no sales en televisión no te conocen.

Toda una historia difícilmente reconciliable con lógica alguna que no tenga que ver con la manipulación, la estupidez generalizada o la intriga. En la cual muy bien podrían caber designios maquiavélicos vinculados a la cúpula del Partido Popular, deseosa de ganar el voto del miedo e ir configurando algo que ya estaba en el aire hace unos años: una Gran Coalición PP-PSOE para mayor gloria de nuestra Oligarquía y sus Patrocinadores transnacionales. Recalcar la abundancia de ex trotskistas que aparecen en lugares clave, tanto de su formación como de su connivencia mediática o universitaria: Jaime Pastor, Miguel Urban, Jaime Roures… Pocos grupos de izquierda extrema más infiltrados por las agencias de Inteligencia de todo tiempo y lugar que los procedentes del pensamiento y actividad del archicriminal al que dio eficaz término en Méjico, piolet en mano, Ramón Mercader.

PODEMOS tiene un sustrato ideológico, más allá del marxismo leninismo versión “vieja molienda”, que puede perfectamente percibirse en su lenguaje netamente parroquial y seudo religioso, muy ajustado al catolicismo sociológico cada día mas degradado del español medio. No en vano se apela a una latino-americanización de Europa, circunstancia que no podría ser más que regresiva y de la cual seríamos avanzadilla, declamando mesianismos seculares grotescos con formato neo peronista sólo parcialmente superados en idiocia por los discursos institucionales (“plasmáticos”) a favor del ajuste y del statu quo, donde el ínclito descerebrado que preside nuestro Gobierno, cuya ignorancia es mayestática y sin el cual esta maniobra orquestal diseñada en la oscuridad no sería posible, brilla con méritos propios.

¿A quién y por qué le puede interesar desestabilizar un país clave de la OTAN? ¿A Rusia? ¿A la propia OTAN, quizás?

Se viven graves momentos de desorientación colectiva y geopolítica a nivel mundial y el enfrentamiento directo con la antigua URSS (que tan injustamente se ha negado postular a las abyectas zorritas de las Pussy Riots para el Nobel de la Paz, poner películas de Almodóvar en las guarderías o permitir la extensión de la OTAN hasta Crimea por la cara —objetivos nobilísimos característicos de la muy oscura administración Obama—), el sinuoso avance del Tratado de Libre Comercio entre USA y Europa (desastroso en muchos aspectos para todos nosotros, no lo dudemos: ni será “libre”, ni recogerá sólo aspectos “comerciales” y además transgenizará y hormonará nuestra vida cotidiana manu militari) junto con la emergencia del abyecto Califato fabricado a partes iguales por Washington, Londres, Tel Aviv y Berlín, hacen temer a cualquiera bien informado una posible nueva gran conflagración mundial que afectaría intensamente a los territorios europeos… Más aún a los del sur de Europa.
PODEMOS quiere lo mejor para nosotros: que nos salgamos del euro con Italia y Grecia y que permitamos la entrada masiva de emigración procedente del norte de África. Aquí, y quizás en muchas otras cosas, curiosamente Langley converge con Somosaguas.

Un activismo anti-sistema a cargo de los Presupuestos, posibilitado en la etapa de Zapatero por figuras poco encomiables como el Rector Carlos Berzosa, vinculado al PSOE, desemboca en el piélago mediático saltando en pocos meses durante el 2014 al estrellato con una campaña modélica forjada presuntamente mediante crowdfunding y la gratuita aportación millonaria: una campaña free realizada para “el chico de la coleta” por cadenas privadas como la Sexta o la Cuatro. Sin olvidar el artilugio institucional venezolano CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales), de necesaria investigación contable por parte de nuestras agencias de seguridad.

El deterioro de Izquierda Unida ha sido uno de los primeros efectos, así como la provocación de unas Primarias patéticas y falaces en el PSOE, donde ha salido elegido Pedro Picapiedra, perdón, Pedro Sánchez, individuo de dudosos méritos, al margen de una sonrisa impostada permanente, que puede vivir en su carne —si las circunstancias no cambian— lo que Antonio Elorza ha calificado de posible Opa de Podemos sobre el PSOE.

La normalización por los medios de comunicación dominantes de un discurso maniqueo y ramplón como pocos (y por ello exitoso: la zombicracia se mueve por tropismos, “ilusiones” vía telebasura) ha permitido introducir en nuestro sistema político, con carta de legitimidad, la narrativa de la extrema izquierda a la que mejor deberíamos calificar ya de “fascismo rojo”.

Algo muy similar a lo ocurrido en Grecia, para mejor proseguir con ello las tareas de desnacionalización de los países evitando así el riesgo de euro-escepticismo (auténtica bête noire de nuestros oligarcas y sus secuaces) que pudiese, como en Francia o Hungría, posicionar a gran parte del electorado, incluso a Gobiernos, a favor de Vladimir Putin y Rusia, y cuestionar, aunque sea tangencialmente, el tinglado.

El Programa de la organización, presuntamente asamblearia, que ya ha sido adecuado a la circunstancia recientemente desmarcándose con prudencia de su radicalismo inicial, predica la tolerancia para con el separatismo catalán (otra cortina de humo de la Oligarquía), el empoderamiento de las multitudes-zombi y, en general, el mantenimiento de las estructuras básicas del peculiar Estado Partitocrático español. Es decir: coronan una circunstancia, no la cuestionan. Son signo, no antítesis, ni remedio de una situación de fragilidad.

PODEMOS es un producto político de pacotilla: el viejo y genocida comunismo de siempre, disfrazado de socialdemocracia sueca de los setenta, hábilmente vendido a una ciudadanía a la que se la llevan dando con queso desde las primeras elecciones de la democracia, unos y otros. Pertenece al mismo horizonte de espejismos y manipulación que el 23F, la lucha contra ETA, el 11M, la disidencia controlada émula de las “revoluciones árabes” desarrollada el 15M (presuntamente inspiradora de Occupy Wall Street), la abdicación de Juan Carlos I y otras escenografías bizarras. En alguna de las cuales colaboran los servicios de Inteligencia y sectores de la izquierda radical, para mayor gloria del Nuevo Orden Mundial en ciernes.

La mediocridad, el oportunismo y el adoctrinamiento hacen a estas personas, nostálgicas del embalsamado de la Plaza Roja, objetivos fáciles de controlar por parte de los Titiriteros, que no pertenecen precisamente al proletariado, ni al campesinado en modo alguno. Algo parecido a lo que ocurre con el islamismo radical, añado. Por eso no es raro encontrar en PODEMOS y en el submundo de tarados que les apoya intelectuales proclives a defender incluso la islamización del país.

Es más fácil y barato comprar a un millón de pobres e ignorantes que a mil personas inteligentes y honestas con medios económicos propios. Eso lo sabía perfectamente el simiesco Hugo Chávez, a quien un cerebro agradecido ha calificado de “hombre de talante renacentista”.
La etapa final de las oligarquías suele ser oclocrática y tiránica. En ella, poco antes de su completa y violenta erradicación, los intelectuales serviles salen bastante baratos y se compran al peso.

Impetrar el “guerra civilismo”, como hacen imprudentemente los “podemistas” en cuanto tienen ocasión, es mentar al Diablo. ¿Quién les ha dicho a ellos, que en absoluto vivieron la terrible coyuntura, les será permitida una revancha, una segunda y exitosa oportunidad? Tal y como están las cosas es mucho más probable que la Historia se repita. El resentimiento, más cuando es simulado y vicario, es mal consejero…

Siempre hay al final, como señalaba Spengler, un puñado de soldados que salva a la civilización y contra ellos poco pueden los “walking dead”…

Los lanzallamas funcionan y nunca nos bañamos en el mismo río, pero muy probablemente siempre haya, con los depósitos llenos en algún lugar desconocido, un Dragon Rapide…

¿Y si PODEMOS ha sido hábilmente lanzado para culminar en esto?
De caminar tanto en Círculo(s) van a acabar volviendo al punto de partida: al lugar de donde vinieron. Habiendo cumplido el objetivo, no elaborado por ellos, de dinamizar el sistema en direcciones de presunto cambio para que todo permanezca absolutamente igual, empeorando sin remisión, siguiendo las consignas del Plan: una sociedad burocrática de consumo dirigido tendente a lo sostenible, es decir, al no crecimiento, a la supresión de los mercados y a la implantación consecuente de un mundo jerarquizado, sin clases medias, con lógica conventual y cuartelera al cincuenta por ciento, dirigido por expertos, tecno-hermetistas falaces y policías varias enmascaradas muchas de ellas en ONGs con amplísimos poderes de control sobre el resto de la población.

Todo muy verde, con flúor, litio y muchas más cosas en el agua y los alimentos… Y, sobre todo, muy “femenino”, Inteligencia Artificial mediante…

El Cuarto Reich, a la sombra de momias arcanas en órbita y bajo la férula del anti/e-mesías tecnotrónico que advendrá, del que son imperfectos avatares, homunculares ensayos: Gorbachov, Neo, Obama y en su lastimosa medida fractal nuestro “excrecente” bolivariano con su bronco alarido del perdedor: ¡Quiero ganar!

En el fondo, sólo un gesto de rabiosa desesperación y de impotencia, otra cosa no será el efímero Estado Mundial… Más allá, tras un muro de fuego, otro Cielo y otra Tierra…, que sólo pisarán los menos, los que den la talla.
Uno es siempre, y en toda circunstancia, más importante que la mayoría.

Estar al día es, de por sí, un retraso: hay que reaccionar rápido, hay que estar al día siguiente.  Eugene Ionesco

Frank G. Rubio