Y se parecen mucho en la forma de actuar a la hora de negociar con Susana Díaz el apoyo a su investidura, pues ambas formaciones políticas han designado a personas de su dirección nacional (o estatal), sin tener en cuenta la opinión de sus diputados electos y, menos aún, de sus afiliados. Por un lado tenemos a Ciudadanos, con su líder regional Juan Marín al frente, del que se dice está deseando pactar con los socialistas, como ha hecho durante los últimos años en el ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, y como ya dejó claro en una entrevista en Canal Sur. Y por el otro a Podemos, con Teresa Rodríguez, que hace dos días decía que se abstendrían para facilitar la presidencia de Doña Susana, y que ayer mismo era corregida por la dirección nacional de su formación. Por un lado Ciudadanos dejó claro que el apoyo o no a Susana Díaz sería decidido por los órganos nacionales del partido, y analizada por su Comisión de Pactos, es decir, se decidiría fuera de Andalucía sobre el futuro gobierno andaluz. Y por otro Podemos, que actuaría de la misma forma, y que ha designado a dos personas para negociar con el PSOE. Se trata de Sergio Pascual, responsable de Organización a nivel nacional y un tal Manuel Garí, economista jubilado y hombre de confianza de Teresa Rodríguez. ¿Y por qué este proceder? Pues yo lo tengo claro, es un claro ejemplo de que ni Albert Rivera ni Pablo Iglesias se fían de sus líderes andaluces ni de los afiliados de esta tierra, por lo que evitan que sean estos los que decidan, con el objetivo de que no les perjudique en las próximas elecciones generales, que es lo que realmente les interesa tanto a uno como al otro.
Y se parecen mucho en la forma de actuar a la hora de negociar con Susana Díaz el apoyo a su investidura, pues ambas formaciones políticas han designado a personas de su dirección nacional (o estatal), sin tener en cuenta la opinión de sus diputados electos y, menos aún, de sus afiliados. Por un lado tenemos a Ciudadanos, con su líder regional Juan Marín al frente, del que se dice está deseando pactar con los socialistas, como ha hecho durante los últimos años en el ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, y como ya dejó claro en una entrevista en Canal Sur. Y por el otro a Podemos, con Teresa Rodríguez, que hace dos días decía que se abstendrían para facilitar la presidencia de Doña Susana, y que ayer mismo era corregida por la dirección nacional de su formación. Por un lado Ciudadanos dejó claro que el apoyo o no a Susana Díaz sería decidido por los órganos nacionales del partido, y analizada por su Comisión de Pactos, es decir, se decidiría fuera de Andalucía sobre el futuro gobierno andaluz. Y por otro Podemos, que actuaría de la misma forma, y que ha designado a dos personas para negociar con el PSOE. Se trata de Sergio Pascual, responsable de Organización a nivel nacional y un tal Manuel Garí, economista jubilado y hombre de confianza de Teresa Rodríguez. ¿Y por qué este proceder? Pues yo lo tengo claro, es un claro ejemplo de que ni Albert Rivera ni Pablo Iglesias se fían de sus líderes andaluces ni de los afiliados de esta tierra, por lo que evitan que sean estos los que decidan, con el objetivo de que no les perjudique en las próximas elecciones generales, que es lo que realmente les interesa tanto a uno como al otro.