Podemos y el miedo

Publicado el 09 junio 2014 por Jcromero

Tienen miedo. Ahora, ya no están seguros. Hay pueblo. Hay ciudadanos. Aunque los motivos de la última consulta fueran otros, las urnas han hablado y ellos, tienen miedo. Puede que se trate de una eclosión efímera pero, también pudiera ser el comienzo de un nuevo tiempo. Si el 25M, aprovechando la circunscripción única y la poca participación, queda en el sueño de un día de primavera o en el germen de algo novedoso, el tiempo lo dirá. De momento, mientras que algunos recobramos la ilusión y la esperanza, ellos tienen miedo.

Desde el 25 de mayo, se vislumbra un panorama político diferente. Hasta entonces, había una estructura de apariencia sólida y controlada: puede que ahora se haya resquebrajado. La democracia necesita de opciones alternativas y ciudadanos comprometidos. Si falla el binomio, se desmorona el andamiaje por muy sólido que sea. Tienen miedo porque ahora hay una alternativa real y diferente: un grupo de ciudadanos predispuestos a abandonar su periodo de hibernación.

No se explican que un grupo surgido de asambleas, pueda recibir tanto apoyo electoral. No se explican que una formación política sin recursos económicos haya saltado al terreno de juego de esta democracia financiada. Asustados, achacan los resultados de Podemos a la televisión. Es cierto que su líder aparece con frecuencia y que no elude responder a cualquier pregunta en cualquier medio. Aún así, reducir el éxito de Podemos a la televisión es absurdo. Si así fuera, el PP se equivocó de candidato: Marhuenda habría arrasado. En todo caso, comparen la actitud del candidato de Podemos con la del más votado que, entre otras cuestiones, evitó las entrevistas más comprometidas, canceló algunas programadas y pactó un debate tasado al milímetro. Comparen la predisposición de Pablo Iglesias, con las excusas de otros para no dar la cara, escurrir el susto o «ya tal» como respuesta.

Tienen miedo. Acostumbrados a controlarlo todo, aparece un grupo que ellos ninguneaban por perroflautas y arranca más votos de lo que ellos podrían imaginar. Es cierto, sin la crisis actual es difícil entender el fenómeno Podemos; sin la miopía de los partidos y coaliciones tradicionales, tampoco. Un ciudadano cualquiera, cuando aparece un político en tv nunca piensa que quien habla es su representante. El ciudadano, escucha un mensaje repleto de simplezas y palabras del argumentario del día. No se reconoce en esa verborrea hueca, desconecta: no le interesa.

Tienen miedo. Como tienen todos los medios y cuentan con grandes personalidades del establishment, lanzan una operación de acoso contra Podemos, su líder y contra quienes le hemos votado. Entre insultos y desprecios aluden al programa. Error, Hace falta más imaginación y coherencia. El PP ha demostrado la utilidad de los programas electorales. Cuando el 15M, lo más rancio de la política y la prensa pedía que, si tan indignados estaban, formasen un partido y se presentasen a las elecciones. Ahora, cuando lo han hecho, resulta que son unos antisistema, frikis o peligrosos bolivarianos. El millón de personas que le han votado; simple gentuza.

Soy gentuza, formo parte de esa gentuza que ha votado Podemos. Un voto escéptico; no quiero más decepciones. El entusiasmo de ahora recuerda al del 82. En la ropa informal de Pablo Iglesias, veo a los descamisados de Alfonso Guerra y en su coleta, la melena de Felipe González. No quiero otro «no nos falles» y luego ver el rostro de Zapatero. Soy escéptico pero, no tengo miedo; ellos sí.

¿Qué quienes son ellos? Si necesitas respuestas, será que no supe escribir lo que deseaba.

Es lunes, escucho a Frank Harrison Trio:

En otros blogs: La democracia y Podemos: un dilema entre la representación y la participación directa, Con el culo al aire, Podemos, La libertad, la política y Podemos, Podemos ser muy inteligentes, Podemos en el New York Times, El poder del pelo, Pablo Iglesias o la política exprés,

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