Poderoso el chiquitín.

Algunas se preguntan por qué soy tan hinchabolas insistente con el tema de la limpieza de la piel. Bueno, el tema es así: si, por ejemplo uds se van a dormir sin haberse desmaquillado, puden envejecer prematuramente (más allá de perder las pestañas por una máscara sin sacar). Durante el día, los radicales libres de la polución se asientan en la piel y causan daño celular, lo que contribuye a la formación de arrugas. Si no limpiamos bien la piel, el daño continuará toda la noche. Además, el maquillaje, el aceite propio de la piel, la transpiración y las células muertas pueden tapar los poros y causar brotes y no permitir que las cremas que colocamos trabajen tranquilamente.
Si están cansadas para hacer mi amadísimo ritual de la doble limpieza, pueden usar toallitas limpiadoras, sino, nunca está de más una buena lavada de cara con algún jabón líquido que remueva bien casi todo lo mencionado más arriba. Y es aquí donde entra este nuevo hallazgo: un jabón sin jabón (o syndet, para los amigos) de la marca NeoStrata.
El ingrediente principal de este producto es el gluconolactone, un PHA (polyhidroxiácido, primo hermano de los AHA y BHA) que protege la piel de los radicales libres y la radiación UV. Trabaja también sobre  renovación celular, la firmeza, las arrugas y el tamaño de los poros. Este ácido es de alta tolerancia, lo que es bueno para las pieles sensibles y para quienes queremos huir de la irritación del jabón común.

Este es un jabón sin jabón ni otros aceites irritantes. Igualmente, está indicado para todo tipo de pieles.
La textura es bien líquida, el aroma es feo, me recuerda a la voligoma (puaj!) y no hace casi nada de espuma. Pero remueve muy bien toda la suciedad de la piel y no deja sensación de tirantez ni irritación. El tamaño es pequeño para el precio que tiene, voy a ser sincera, aunque con un poco de producto, alcanza para todo el rostro y cuello.