¿Sabe Vd. lo que es un amanecer sintiendo el calor de unos brazos que te envuelven y te aman? Es pasearte por las nubes más hermosas sin que nadie te pida explicaciones.
¿Ha dejado caer las lágrimas cuando ha olido la piel de un recién nacido, indefenso, sublime, frágil y a expensas de tu cuidado y cariño? Es tocar el cielo y sentir la grandeza del universo mientras abrazas a ese pequeño ser.
¿Conoce el placer de la risa y la alegría mientras comparte las sencillas cosas que te ofrece la vida? Es tener el corazón bien llenito del néctar más preciado.
¿Se estremece, se enternece, se emociona cuando otro ser humano le demuestra afecto? Yo sí. Es el mejor síntoma de notar la vida en tus venas.
¿Le duele el sufrimiento de sus semejantes? ¿Se le encoge el alma cuando observa cómo enloquece un padre o una madre que no pueden darle un hogar a sus hijos? A mí me rompe el corazón.
¿Es capaz de pararse y mirar a su alrededor para comprobar cómo la gente se queda sin recursos, sin futuro, sin esperanzas? ¿Le oprime el pecho al ver que eso sucede? No me responda, si no quiere.
Si ha derramado una lágrima con estas preguntas ¿por qué toma decisiones que privan a tantas y tantas personas de las sensaciones más hermosas, en definitiva, de la vida?
Si, por el contrario, ha salido una mueca burlona de su cara y ningún sentimiento de su corazón, le compadezco. Es Vd. una pobre y mala persona. Aunque sus cuentas estén llenas de ceros.
Amar es compartir.